El cine chileno en la encrucijada: entre la efervescencia del festival y la crisis de las salas

El cine chileno en la encrucijada: entre la efervescencia del festival y la crisis de las salas
Educación y Cultura
Cine
2025-11-12
Fuentes
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- Tres películas chilenas compiten en San Sebastián

- Disminución sostenida de espectadores en salas locales

- Debate sobre el futuro del cine tradicional y la experiencia comunitaria

Chile se asoma con fuerza al escenario global del cine, pero el reflejo en casa muestra grietas profundas. El 19 de septiembre de 2025, tres producciones nacionales —"Limpia", "La misteriosa mirada del flamenco" y "Cuerpo celeste"— debutaron en la prestigiosa sección Horizontes Latinos del Festival de Cine de San Sebastián, uno de los eventos más relevantes de Europa. Este hito, impulsado por el Fondo Audiovisual del Ministerio de las Culturas, evidencia un salto cualitativo en la proyección internacional del cine chileno, que ahora busca consolidar su presencia y abrir mercados para sus creadores.

Pero mientras la vitrina europea brilla, la realidad doméstica revela un panorama menos alentador. Las salas de cine en Chile enfrentan una caída sostenida en la asistencia, con un público cada vez más fragmentado y disperso en múltiples plataformas digitales. La tradicional experiencia de sentarse en una sala oscura, con todos los sentidos volcados en la pantalla, parece estar perdiendo terreno frente a la inmediatez y la comodidad del streaming y el consumo audiovisual en dispositivos personales.

Este fenómeno no es exclusivo de Chile. En un análisis publicado en octubre de 2025, la periodista española Jimina Sabadú advierte que el cine en salas podría convertirse en una moda efímera, relegada a eventos solemnes o festivales, mientras que la narrativa audiovisual se adapta a formatos televisivos y digitales, con un ritmo y lenguaje que priorizan la atención fragmentada y multitarea.

En Chile, voces del sector cultural y cineastas como Tomás Alzamora, director de "Denominación de Origen", plantean un desafío crucial: "El cine chileno debe volver a las personas, hacer películas desde las comunidades, con sus alegrías y dolores, no desde un modelo industrial que se desconecta de la realidad". Esta mirada invita a repensar la producción y distribución, priorizando la autenticidad y el vínculo con el público local.

Sin embargo, la tensión persiste. Por un lado, la internacionalización y la búsqueda de reconocimiento en festivales como San Sebastián ofrecen oportunidades para el talento nacional y la apertura de nuevos mercados. Por otro, la crisis de las salas y la transformación del consumo audiovisual exigen repensar la experiencia cinematográfica tradicional.

La competencia "Limpia", basada en la novela de Alia Trabucco Zerán y dirigida por Dominga Sotomayor, se estrenó en septiembre en San Sebastián y llegará a cines chilenos y Netflix. "La misteriosa mirada del flamenco", ganadora en Cannes y candidata a los Óscar y Goya, aborda con una mirada queer y social el Chile de los años 80. "Cuerpo celeste" retrata la adolescencia en el fin de la dictadura, desde una perspectiva íntima.

Estas producciones no solo muestran la diversidad temática y estética del cine chileno contemporáneo, sino que también reflejan un compromiso con historias que dialogan con la memoria, la identidad y la transformación social.

El contraste entre la efervescencia creativa y la crisis estructural plantea preguntas fundamentales: ¿cómo sostener una industria audiovisual que conecte con su público en un contexto de cambios culturales y tecnológicos profundos? ¿Cuál es el lugar del cine en la vida cotidiana chilena cuando la experiencia colectiva en salas se diluye?

En definitiva, el cine chileno se encuentra en un cruce de caminos, donde la celebración internacional convive con la incertidumbre local. La apuesta está en encontrar un equilibrio que permita preservar la magia de la sala oscura y, a la vez, adaptarse a nuevas formas de narrar y consumir historias.

Solo el tiempo dirá si esta transición será una oportunidad para reinventar el cine en Chile o si, como advierten algunos, la sala oscura será pronto un recuerdo nostálgico para futuras generaciones.

Fuentes consultadas: La Tercera, Cooperativa.cl, El País, Ministerio de las Culturas, Festival Internacional de Cine de San Sebastián, entrevistas a cineastas nacionales.