
En un escenario político marcado por la incertidumbre y la polarización, Evelyn Matthei, candidata presidencial por Chile Vamos, Demócratas y Amarillos, lanzó un llamado que ha sacudido el tablero electoral: la formación de una coalición amplia, que abarque desde la derecha hasta la centroizquierda.
El 11 de noviembre de 2025, durante la celebración de su cumpleaños número 72 en Colina, Matthei reunió a cerca de 600 adherentes para exponer su visión de país y estrategia electoral. En medio de un ambiente festivo, con mariachis y una torta con su figura presidencial, la exalcaldesa de Providencia no sólo festejó, sino que también lanzó una advertencia y una propuesta.
“Estamos viendo todos cómo podemos colaborar para sacar adelante nuestro país. Chile tiene muchos, muchos problemas”, afirmó, poniendo sobre la mesa temas que han marcado su campaña: el cierre de la frontera, el combate al terrorismo en La Araucanía, la inmigración ilegal, la educación y las listas de espera en salud.
“A lo que aspiramos es a tener una coalición amplia, desde la derecha hasta la centroizquierda. A lo que aspiramos es que no sea un solo gobierno. Sean tres o cuatro, porque vamos a necesitar varios gobiernos para poder rectificar la cantidad de desastres que nos están dejando”, sostuvo Matthei, en una declaración que no sólo reconoce la magnitud de los problemas, sino también la necesidad de un proceso largo y complejo.
Este planteamiento ha generado diversas reacciones dentro del espectro político:
- Desde la derecha tradicional, algunos sectores ven la propuesta como una estrategia pragmática para evitar la fragmentación del voto y enfrentar a la izquierda en segunda vuelta.
- En la centroizquierda, la invitación ha sido recibida con cautela, pues implica negociar con fuerzas políticas que históricamente han sido adversarias, lo que genera tensiones internas.
- Para la izquierda, el llamado de Matthei es interpretado como un intento de diluir las demandas sociales y mantener el statu quo bajo una fachada de unidad.
Durante su discurso, Matthei no dejó pasar la oportunidad para cuestionar duramente la gestión del Presidente Gabriel Boric. Acusó al gobierno de dejar al país “sin un solo peso”, de gastar todos los ahorros sin resultados palpables y de no mejorar las condiciones de vida en los últimos cuatro años.
“Dígame algo en lo que haya mejorado este país en los últimos cuatro años. Y no hay nada”, sentenció, mientras los asistentes coreaban “nada”.
Este discurso, cargado de reproches, busca capitalizar el descontento ciudadano frente a problemas estructurales como la educación deficiente, las listas de espera en salud y la inseguridad, temas que Matthei ha puesto en el centro de su campaña.
En Colina, vecinos y adherentes escucharon atentos. Muchas mujeres compartieron sus experiencias personales, desde la dificultad para acceder a operaciones médicas hasta la falta de apoyo para hijos con Trastorno del Espectro Autista (TEA).
“Mi hijo tiene TEA y nadie nos ayuda”, fue una de las frases que resonaron, ilustrando la urgencia de soluciones concretas.
Sin embargo, el llamado a una coalición amplia también genera dudas:
- ¿Es viable un acuerdo político que abarque desde la derecha hasta la centroizquierda sin diluir las identidades y compromisos programáticos?
- ¿Se trata de un giro estratégico genuino o de un intento por sobrevivir electoralmente?
La propuesta de Evelyn Matthei representa un giro significativo en la política chilena, donde las coaliciones suelen estar claramente delimitadas y polarizadas. Reconoce que los problemas del país no se resolverán en un solo mandato ni desde un solo sector, sino que requerirán cooperación y paciencia.
Sin embargo, la viabilidad de esta coalición amplia depende de la capacidad de los actores políticos para negociar sin traicionar sus bases y de la respuesta ciudadana, que busca soluciones efectivas más allá de las alianzas estratégicas.
Mientras tanto, el escenario electoral se prepara para una contienda donde la unidad y la fragmentación, la crítica y la propuesta, el escepticismo y la esperanza, entrarán en un duelo que definirá el rumbo de Chile en los próximos años.