Bolivia define su futuro tras dos décadas de MAS: Paz y Quiroga en la encrucijada

Bolivia define su futuro tras dos décadas de MAS: Paz y Quiroga en la encrucijada
Internacional
América Latina
2025-11-13
Fuentes
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- Primera segunda vuelta histórica en Bolivia tras 20 años de hegemonía del MAS.

- Dos candidatos de derecha con propuestas económicas similares pero estilos políticos divergentes.

- El electorado y la izquierda fragmentados, con un MAS debilitado y un Evo Morales en la sombra.

En un escenario inédito para Bolivia, el balotaje presidencial celebrado el pasado 19 de octubre enfrentó a dos figuras que representan un giro abrupto respecto a las dos décadas de hegemonía del Movimiento al Socialismo (MAS). Rodrigo Paz, senador del Partido Demócrata Cristiano (PDC), y Jorge "Tuto" Quiroga, expresidente y líder de la alianza conservadora Libre, se disputaron la presidencia en la primera segunda vuelta de la historia boliviana.

Un duelo entre continuidades económicas y estilos políticos contrapuestos

Ambos candidatos coinciden en un diagnóstico sombrío: Bolivia atraviesa una recesión inédita en 39 años, con una caída del PIB cercana al 2,4%, inflación elevada y escasez de divisas y combustibles. Sin embargo, sus respuestas a esta crisis revelan diferencias de tono y enfoque que han marcado la campaña y la percepción ciudadana.

Rodrigo Paz, con un perfil moderado y pragmático, propone un modelo de "capitalismo para todos" que busca un ajuste fiscal cuidadoso, prometiendo no tocar áreas sensibles como salud, educación y seguridad social. Su discurso, heredero del legado de su padre, el expresidente Jaime Paz Zamora, busca tender puentes con sectores populares y parte del electorado tradicional del MAS, aunque sin definirse como un izquierdista. "No vamos a perjudicar la salud, la educación ni las prestaciones sociales", afirmó en su campaña.

Por su parte, Jorge Quiroga, con una trayectoria marcada por su presidencia entre 2001 y 2002 y su férrea oposición al MAS y a Evo Morales, se presenta como el candidato de la experiencia y la austeridad radical. Defiende un plan de "terapia de shock" económica que incluye apertura irrestricta a la inversión extranjera, eliminación de impuestos y búsqueda de préstamos internacionales, especialmente con el FMI. Su discurso confrontacional y conservador ha calado en un electorado cansado del socialismo y la crisis económica. "El Gobierno tiene la obligación de ejecutar la orden de aprehensión contra Evo Morales", declaró, marcando la tensión con el exmandatario.

El voto de la izquierda y el legado de Evo Morales

La derrota histórica del MAS en la primera vuelta, donde apenas obtuvo un 3% de los votos, dejó un vacío en el electorado de izquierda. Sin embargo, la figura de Evo Morales permanece como un actor clave en la sombra, con seguidores activos en movimientos sociales y campesinos que podrían presionar el escenario político post-elecciones.

Mientras Morales llamó a anular el voto en la primera vuelta y criticó las candidaturas de Paz y Quiroga, el senador Paz logró captar parte del voto rural e indígena que el MAS perdió, especialmente en departamentos clave como La Paz, Cochabamba y El Alto. Esta capacidad de Paz para atraer a sectores tradicionalmente masistas, aunque sin renunciar a un enfoque liberal moderado, fue fundamental para posicionarse como favorito en las encuestas prebalotaje.

Polémicas y desafíos pendientes

La campaña estuvo marcada por episodios que reflejan las tensiones sociales y económicas del país. La polémica por la regularización de los llamados "autos chutos" (vehículos robados, principalmente de Chile), con declaraciones iniciales de Paz que fueron interpretadas como una posible amnistía, generó críticas internacionales y debates internos. Quiroga, en cambio, se posicionó en contra de cualquier legalización que fomentara la informalidad.

Otro tema sensible fue la relación diplomática con Chile, cortada desde 1978. Ambos candidatos manifestaron la intención de reabrir canales de diálogo, aunque con diferencias en el ritmo y los aliados internacionales prioritarios. Paz mostró una postura más pragmática y cercana a la política exterior del MAS, mientras que Quiroga enfatizó una apertura hacia Estados Unidos y democracias occidentales, rechazando regímenes socialistas en la región.

El futuro de la explotación del litio, recurso estratégico para Bolivia y parte del llamado "triángulo del litio" junto a Chile y Argentina, también fue objeto de debate. Quiroga propone entregar títulos de propiedad individual a los ciudadanos y fomentar alianzas estratégicas regionales, mientras que Paz apuesta por fortalecer la estatal Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) con un enfoque descentralizado.

Conclusiones: un país en transición con desafíos abiertos

La elección entre Rodrigo Paz y Jorge Quiroga simboliza más que un cambio de gobierno: es la ruptura de un ciclo político de casi 20 años del MAS y la izquierda en Bolivia, y la entrada en una etapa incierta y compleja. El balotaje reflejó un electorado fragmentado, una economía en crisis y una sociedad que busca nuevas respuestas, aunque dividida en visiones y expectativas.

Ambos candidatos comparten la apuesta por un modelo económico liberal, pero divergen en la forma de gestionar la crisis, el papel del Estado y la relación con los sectores populares y movimientos sociales. La sombra de Evo Morales y el debilitamiento del MAS mantienen viva la posibilidad de protestas y tensiones sociales que podrían marcar la gobernabilidad del próximo gobierno.

Finalmente, la segunda vuelta boliviana no solo definió un presidente, sino que puso en escena un país en transición, con heridas abiertas y urgencias profundas, cuyo desenlace aún está por verse en los próximos años.