Japón enfrenta una crisis de ataques de osos: medidas extremas y divisiones sociales

Japón enfrenta una crisis de ataques de osos: medidas extremas y divisiones sociales
Internacional
Asia
2025-11-13
Fuentes
www.elinformadorchile.cl www.latercera.com cooperativa.cl cooperativa.cl cambio21.cl cambio21.cl www.latercera.com cooperativa.cl cambio21.cl www.latercera.com elpais.com www.latercera.com

- Incremento récord de ataques de osos con 13 muertos y más de 100 heridos.

- Medidas controvertidas: despliegue militar sin armas letales y permiso policial para disparar.

- Factores socioambientales: despoblación rural y escasez de alimento impulsan la crisis.

Japón vive un momento de tensión y tragedia ante una ola sin precedentes de ataques de osos que ha dejado, hasta ahora, 13 personas muertas y más de 100 heridas en lo que va del año. Esta crisis ha obligado al gobierno a adoptar medidas excepcionales, que revelan la complejidad del desafío y las profundas divisiones en la sociedad nipona sobre cómo enfrentar la convivencia con la naturaleza.

El fenómeno comenzó a escalar desde abril, cuando las autoridades reportaron un aumento alarmante en los avistamientos de osos —más de 20.000 hasta septiembre—, cifra que triplica los registros del año anterior. La escasez de bellotas, alimento natural para estos animales, y la despoblación rural que diluye los límites entre zonas urbanas y hábitats silvestres, son factores clave que explican este comportamiento inusual.

En respuesta, el gobierno de la primera ministra ultraconservadora Sanae Takaichi ha desplegado soldados en las regiones más afectadas, como Akita e Iwate, aunque sin armas letales, limitándose a usar sprays repelentes, escudos, palos y redes. Paralelamente, la policía recibió autorización para disparar a los osos con rifles en casos de peligro inminente, una decisión inédita que modificó las estrictas reglas de uso de armas en Japón.

Este doble enfoque ha generado debates entre expertos y ciudadanos. Mientras algunos valoran la necesidad de proteger a las comunidades rurales, otros cuestionan la ética y la eficacia de matar a los animales, proponiendo alternativas como trampas y programas de conservación. En este sentido, la Agencia Nacional de Policía y el Ministerio de Medio Ambiente han coordinado esfuerzos para equilibrar seguridad y preservación.

"La prioridad es mantener la seguridad de los residentes, pero también debemos colaborar para prevenir daños y buscar soluciones sostenibles", declaró Yoshinobu Kusunoki, Comisario General de la Policía.

Desde la perspectiva social, la crisis ha puesto en evidencia la fragilidad de las zonas rurales japonesas, afectadas por el envejecimiento y la migración hacia las ciudades. Esta realidad no solo facilita el avance de los osos hacia áreas urbanas, sino que también revela un vacío en políticas públicas de desarrollo rural y gestión ambiental.

En el plano político, la gestión de Takaichi, quien asumió en octubre con un programa enfocado en fortalecer la defensa y la economía, ha tenido que incorporar esta emergencia inesperada. Su perfil ultraconservador y su apuesta por la militarización contrastan con la sensibilidad ambiental y la tradición pacifista de Japón, lo que añade capas de complejidad a la respuesta estatal.

Expertos como Mari Hamada, de la organización Stand by Women, advierten que esta crisis podría ser un catalizador para repensar la relación entre sociedad y naturaleza, pero que sin reformas estructurales, las soluciones serán temporales.

En definitiva, la crisis de ataques de osos en Japón es un espejo de las tensiones entre modernidad y tradición, urbanización y naturaleza, seguridad y conservación. Las medidas adoptadas, desde el despliegue militar hasta el permiso para disparar, reflejan una sociedad que busca respuestas urgentes a un problema que no solo pone en riesgo vidas humanas, sino que también desafía su modelo de convivencia con el entorno.

Las consecuencias visibles hasta ahora son claras: una escalada de violencia, miedo en las comunidades rurales y un debate nacional sobre cómo equilibrar la protección ciudadana con la preservación ambiental. Lo que está en juego es mucho más que la seguridad inmediata; es la capacidad de Japón para adaptarse a un cambio ecológico y social que ya no puede ignorar.

---

Fuentes: Cooperativa.cl, Cambio21.cl, Kyodo News, El País, Foro Económico Mundial.