Tragedia en Arequipa: 37 muertos y múltiples heridas tras caída de bus en la Panamericana Sur

Tragedia en Arequipa: 37 muertos y múltiples heridas tras caída de bus en la Panamericana Sur
Internacional
América Latina
2025-11-13
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Accidente fatal, zona de riesgo histórica y debates sobre responsabilidad y seguridad vial configuran este choque que expone las grietas del transporte en Perú.

El miércoles 12 de noviembre de 2025, un autobús de pasajeros de la empresa Llamosas protagonizó una caída fatal en el kilómetro 780 de la carretera Panamericana Sur, en el distrito de Ocoña, provincia de Camaná, región Arequipa, Perú. El vehículo colisionó frontalmente contra una camioneta que invadió su carril, precipitándose luego por un abismo de aproximadamente 200 metros. El saldo: 37 personas fallecidas y cerca de 25 heridas, entre ellas dos niños pequeños, de ocho meses y cuatro años.

Este suceso se suma a la larga lista de accidentes mortales en las carreteras peruanas, donde la siniestralidad vial es una problemática persistente y compleja. Según datos oficiales del Sistema de Información de Defunciones (Sinadef), hasta noviembre de 2025 se han registrado 2.492 muertes por accidentes de tránsito, cifra que supera las del año anterior y que posiciona a esta causa como la segunda principal de mortalidad en el país, solo detrás de los homicidios.

El conductor de la camioneta, identificado como Henry Apaclla Ñaupari (35 años), fue detenido tras dar positivo en el test de alcoholemia. La fiscalía peruana ha iniciado diligencias para esclarecer responsabilidades penales y las circunstancias precisas del choque.

Desde la perspectiva local, el alcalde distrital de Ocoña, Waldor Llerena, reconoció la peligrosidad del tramo donde ocurrió la tragedia, aunque defendió que la vía cuenta con señalización y barreras de seguridad. “Señalización, sí, tiene su baranda, tiene su señalización. Pero a veces, por el peso, la excesiva velocidad, por un poco también la imprudencia, a veces llegan a pasar estos accidentes y, lamentablemente, es lo que ha pasado”, declaró a Radio Programas del Perú.

Este episodio ha reactivado el debate sobre las causas estructurales que alimentan la crisis vial en Perú. Expertos y organizaciones civiles apuntan a una combinación de factores: la deficiente infraestructura en rutas clave, la falta de educación vial efectiva, el mal estado de los vehículos y la imprudencia frecuente de conductores, agravada por la geografía accidentada del país.

Las voces políticas no han estado exentas de discrepancias. Algunos sectores del gobierno regional responsabilizan a la falta de fiscalización y al incumplimiento de normas por parte de los conductores, mientras que grupos opositores y colectivos ciudadanos exigen una revisión profunda e inversión urgente en seguridad vial, incluyendo mejores controles, campañas educativas y modernización de la red carretera.

En el plano social, familiares y comunidades afectadas enfrentan el duelo y la incertidumbre sobre la reparación y prevención futuras. La tragedia ha puesto en evidencia la vulnerabilidad de los pasajeros, muchos de ellos trabajadores que se desplazan diariamente en estas rutas.

En términos concretos, el carril de sur a norte de la Panamericana Sur permaneció cerrado varias horas para labores de rescate y limpieza. Los heridos reciben atención en centros hospitalarios locales, con algunos derivados al Hospital Regional Honorio Delgado.

Este accidente ocurre en un momento en que el presidente José Jerí inicia un recorrido de tres meses por regiones de la costa, sierra y selva para recoger demandas ciudadanas, lo que añade presión para que la seguridad vial se transforme en una prioridad política tangible.

En conclusión, la tragedia en Arequipa desnuda un problema estructural que no admite soluciones simplistas. La convergencia de imprudencia humana, fallas en la infraestructura y débil fiscalización genera un caldo de cultivo para accidentes recurrentes y mortales. La investigación en curso debe esclarecer responsabilidades, pero la verdadera prueba estará en la capacidad del Estado y la sociedad peruana para transformar esta dolorosa experiencia en políticas integrales y efectivas que eviten futuras pérdidas humanas.

Fuentes consultadas incluyen reportes de Cooperativa.cl, El País América y declaraciones oficiales de la Gerencia Regional de Salud de Arequipa y autoridades locales.