Violencia en Santiago: Dos homicidios en un mes y la fractura social que revelan

Violencia en Santiago: Dos homicidios en un mes y la fractura social que revelan
Actualidad
Crimen y seguridad
2025-11-13
Fuentes
www.elinformadorchile.cl www.latercera.com cooperativa.cl www.latercera.com www.biobiochile.cl cooperativa.cl cooperativa.cl www.elinformadorchile.cl cooperativa.cl www.biobiochile.cl nubleonline.cl

- Dos asesinatos con arma de fuego en el corazón de Santiago

- Impunidad y fallas en la investigación policial

- Diferentes miradas sobre causas y soluciones en la opinión pública

Un joven de 25 años fue asesinado en su casa en San Ramón el 31 de octubre, mientras que días antes, el 12 de octubre, otro hombre murió baleado en plena vía pública en Santiago Centro. Estos dos hechos violentos, separados por menos de un mes y apenas unos kilómetros, han encendido las alarmas sobre la persistente inseguridad en la capital chilena.

El primero de los casos ocurrió en la comuna de San Ramón, en la calle Goycolea, donde la víctima recibió múltiples disparos desde el exterior de su domicilio. Según el fiscal Gamal Massú, del Equipo de Crimen Organizado y Homicidios (ECOH), la investigación aún no ha esclarecido si el hombre murió en el lugar o en el traslado al SAR La Bandera. El trabajo de Labocar, OS9 y ECOH continúa para identificar y detener a los responsables.

En contraste, el homicidio del 12 de octubre en Santiago Centro tuvo lugar en la vía pública, en calle Nueva de Valdés. Cámaras de seguridad captaron el momento en que la víctima intentaba escapar de su agresor, quien disparó en dos ocasiones, impactando en la pierna y la nuca. La víctima fue trasladada a un refugio, que no era su lugar habitual de residencia, lo que abre interrogantes sobre su situación social.

Estas muertes han sido abordadas desde múltiples perspectivas. Desde el gobierno, se reconoce el aumento de la violencia armada y se anuncian medidas para reforzar la seguridad ciudadana, incluyendo mayor dotación policial y programas de prevención en barrios vulnerables. Sin embargo, sectores políticos de oposición critican la falta de políticas integrales que atiendan las causas estructurales, como la desigualdad, la exclusión social y la precaria rehabilitación de infractores.

“Estos homicidios reflejan un Estado que aún no logra garantizar la seguridad básica de sus ciudadanos, especialmente en comunas históricamente marginadas,” señala la académica en criminología María Paz Soto, quien añade que la respuesta policial, aunque necesaria, no puede ser la única solución.

Por otro lado, organizaciones vecinales de San Ramón y Santiago Centro expresan su frustración ante la percepción de abandono y la sensación de inseguridad cotidiana. “Vivimos con miedo y sin confianza en que la justicia actúe con rapidez,” comenta un dirigente comunitario local. Esta desconfianza se alimenta de la lentitud en la resolución de casos y la impunidad que suele acompañar estos delitos.

El análisis histórico recuerda que la violencia urbana en Santiago tiene raíces profundas, vinculadas a procesos de segregación territorial, desigualdad económica y la proliferación de armas ilegales. Estudios recientes indican que el aumento de homicidios en la capital no es un fenómeno aislado, sino parte de una crisis social más amplia que exige respuestas multidimensionales.

En definitiva, estos dos asesinatos revelan la fragilidad del tejido social y la urgencia de repensar las políticas públicas de seguridad y justicia. La discusión pública se polariza entre quienes demandan mayor mano dura y quienes abogan por soluciones que integren prevención, inclusión y reparación social.

Lo que queda claro es que la violencia no solo afecta a las víctimas directas, sino que desgarra comunidades enteras, dejando heridas que tardarán en cicatrizar. Como espectadores de esta tragedia, la invitación es a comprender sus múltiples causas y a exigir respuestas que vayan más allá de la inmediatez, para construir un Santiago más seguro y justo para todos.