Violencia en Gaza persiste pese a alto el fuego: 35 muertos en 24 horas de tregua

Violencia en Gaza persiste pese a alto el fuego: 35 muertos en 24 horas de tregua
Internacional
Medio Oriente
2025-11-13
Fuentes
www.bbc.com elpais.com cooperativa.cl cambio21.cl www.latercera.com elpais.com cambio21.cl www.latercera.com www.biobiochile.cl www.bbc.com www.latercera.com www.latercera.com elpais.com cooperativa.cl

Alto el fuego frágil, víctimas civiles continúan, crisis humanitaria sin solución

El alto el fuego en Gaza, anunciado con la esperanza de una tregua duradera, se ha visto empañado por la persistencia de la violencia y la tragedia humana. En las primeras 24 horas tras la entrada en vigor de la tregua, el Ministerio de Salud de Gaza reportó 35 muertos debido a ataques israelíes. Esta cifra se suma a un balance ya devastador que, desde el inicio del conflicto el 7 de octubre de 2023, contabiliza 67.682 muertos y 170.033 heridos en la Franja.

El drama humano se profundiza con la crisis de hambruna y desnutrición que golpea a la población gazatí. 463 personas han fallecido por esta causa, incluyendo 157 niños, según el Ministerio de Salud local. La situación sanitaria y alimentaria se agrava en medio del bloqueo y la escasez de recursos.

Desde la perspectiva palestina, “la tregua no ha significado el fin del sufrimiento ni la protección para los civiles”, expresan autoridades y organizaciones humanitarias en Gaza. Para ellos, la continuidad de ataques durante el alto el fuego evidencia la fragilidad del acuerdo y la urgencia de una solución política que garantice la seguridad y derechos básicos.

En Israel, sectores del gobierno y la opinión pública mantienen que las operaciones militares son una respuesta necesaria a las amenazas de grupos armados en Gaza, y que el alto el fuego es una pausa táctica más que un compromiso definitivo. “La seguridad de nuestros ciudadanos es innegociable”, ha declarado un portavoz oficial.

La comunidad internacional observa con preocupación cómo la tregua, lejos de ser un punto de inflexión, ha dejado en evidencia las profundas divisiones y la falta de confianza entre las partes. Las negociaciones diplomáticas avanzan lentamente, mientras la población civil sigue pagando el precio más alto.

Conclusiones que emergen tras semanas de análisis y verificación: la tregua ha sido insuficiente para detener la violencia ni aliviar la crisis humanitaria. Las heridas abiertas requieren no solo ceses temporales de hostilidades, sino un compromiso sostenido para abordar las causas estructurales del conflicto. La narrativa dominante en cada bando refleja una disonancia difícil de reconciliar, donde la seguridad y la legitimidad se disputan en un terreno minado por la desconfianza.

Este episodio pone en evidencia que los procesos de paz en contextos de alta polarización necesitan tiempo, voluntad política y presión internacional equilibrada para que la tregua deje de ser un paréntesis sangriento y se transforme en un camino hacia la estabilidad.