
Un premio que desata un coliseo político
El 10 de octubre de 2025, el Comité Noruego del Nobel otorgó el Premio Nobel de la Paz a María Corina Machado, líder opositora venezolana, reconocida por su lucha contra la dictadura de Nicolás Maduro y su defensa de los derechos democráticos. Este galardón, lejos de ser unánime, ha encendido una controversia profunda que refleja las tensiones que atraviesan Venezuela y la región.
Desde la clandestinidad donde se encuentra Machado, 'este premio es un logro de toda una sociedad, no solo mío', afirmó la activista, dedicando el reconocimiento al pueblo venezolano y al expresidente estadounidense Donald Trump por su apoyo decidido a la causa opositora.
Voces en choque: entre la celebración y la condena
En Chile, la noticia activó un debate intenso. Sectores políticos alineados con la izquierda, particularmente militantes comunistas, han cuestionado la legitimidad del premio. El exalcalde Daniel Jadue calificó el reconocimiento como una 'declaración política que sepulta el prestigio del Nobel', acusando a Machado de promover una intervención extranjera y de alinear su lucha con intereses imperiales. Similar postura expresó el diputado comunista Boris Barrera, quien señaló que otros actores, como Reporteros sin Fronteras o la Corte Penal Internacional, tenían méritos mayores para el galardón.
En contraste, desde la derecha y sectores empresariales, así como parte del gobierno chileno, hubo respaldo explícito al premio y a Machado, destacando su valentía y la importancia de visibilizar la dictadura venezolana.
El rol de Donald Trump: aliado, protagonista y polémica
En Estados Unidos, el expresidente Donald Trump emergió como un actor central en esta narrativa. Poco después del anuncio, Trump reveló una llamada de Machado donde ella le habría dicho que el Nobel era en su honor. El magnate ha reiterado su apoyo a la oposición venezolana y ha justificado operaciones militares en la región, especialmente ataques a embarcaciones en el mar Caribe, bajo el argumento de la lucha contra el narcotráfico y la presión contra el régimen chavista.
Este despliegue ha generado alarma en la región. El presidente colombiano Gustavo Petro advirtió sobre un 'nuevo escenario de guerra' en el Caribe, mientras Venezuela moviliza reservistas y denuncia posibles ataques selectivos.
Tres hitos para entender a María Corina Machado
Para comprender el impacto del premio y su significado, es imprescindible revisar la trayectoria de Machado:
Verdades y consecuencias: un premio que trasciende la simbología
Este galardón no solo reconoce la lucha de una mujer que desafía una dictadura, sino que también pone en evidencia las profundas divisiones políticas, sociales y geopolíticas en América Latina.
El Nobel de la Paz para Machado ha reforzado la polarización: por un lado, legitima la resistencia democrática y llama la atención internacional sobre la crisis venezolana; por otro, alimenta la narrativa de injerencia y conflicto que utilizan los sectores oficialistas y sus aliados.
Además, la implicación de Estados Unidos, en particular la figura de Trump, añade una dimensión militar y estratégica que podría agravar la inestabilidad regional.
A más de un mes del anuncio, la situación en Venezuela permanece tensa, con protestas, represión y un futuro político incierto. El premio, más que un cierre, abre un nuevo capítulo donde las fuerzas en pugna se enfrentan no solo en las calles, sino también en la arena internacional.
En definitiva, el Nobel a María Corina Machado es un espejo que refleja la complejidad y la tragedia venezolana, y un llamado a observar con profundidad las dinámicas que moldean el destino de la región.
---
Fuentes: BBC News Mundo, La Tercera, Cambio21, declaraciones oficiales del Comité Noruego del Nobel, entrevistas y análisis políticos regionales.