Tensiones en la derecha chilena: la fractura entre Matthei y Kast redefine la oposición: Un choque de miedos y estrategias a un mes de la elección

Tensiones en la derecha chilena: la fractura entre Matthei y Kast redefine la oposición: Un choque de miedos y estrategias a un mes de la elección
Actualidad
Política
2025-11-14
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- División interna en Chile Vamos y Partido Republicano frente a la candidatura presidencial.

- Miedo y desconfianza mutua entre Evelyn Matthei y José Antonio Kast.

- Impacto en la oposición, con riesgo de beneficiar a la izquierda en la carrera presidencial.

La derecha chilena se encuentra en un momento de convulsión que, lejos de disiparse, ha ido tomando cuerpo y profundidad a medida que se acerca la elección presidencial del 16 de noviembre. El desencuentro entre Evelyn Matthei, candidata de Chile Vamos, y José Antonio Kast, líder del Partido Republicano, ha trascendido una simple disputa electoral para convertirse en un choque de miedos, estrategias y definiciones que ponen en jaque la cohesión del bloque opositor.

El 9 de octubre de 2025, Matthei expresó públicamente su temor a que Kast, de llegar a La Moneda, "corriera mucho los límites" en sus políticas, una declaración que encendió la polémica dentro de la derecha. La exalcaldesa no solo cuestionó la potencial radicalización del republicano, sino que también denunció una campaña sucia en su contra, atribuida a seguidores de Kast, que incluía cuestionamientos a su salud mental.

La reacción del Partido Republicano no se hizo esperar: Arturo Squella, su presidente, llamó a centrar el foco en el "verdadero adversario político", Jeannette Jara, candidata comunista, y rechazó las críticas internas como contraproducentes. Desde el comando de Matthei, en tanto, la diputada Ximena Ossandón sostuvo que "tenemos derecho a diferenciarnos", planteando que la competencia entre candidatos de derecha es legítima y necesaria para definir sus ideas y liderazgos.

Este enfrentamiento no es solo un rifirrafe personal, sino un síntoma de las tensiones más profundas que atraviesan a la oposición. Por un lado, Matthei representa una derecha más moderada, preocupada por el equilibrio institucional y la gobernabilidad; por otro, Kast encarna una derecha más dura, con propuestas que generan inquietud incluso dentro de su propio sector.

La disputa ha tenido repercusiones en terreno, como la campaña de Matthei en Puente Alto, donde lanzó propuestas de seguridad y criticó el recorte fiscal de 6.000 millones de dólares propuesto por Kast. Este contraste se traduce en una competencia no solo por votos, sino por definir el rumbo político y la identidad de la derecha chilena en un momento crucial.

Desde la perspectiva regional, el impacto de esta división se siente con especial fuerza en zonas tradicionalmente conservadoras, donde la fragmentación puede diluir el apoyo y favorecer a la izquierda. En el mundo social, la ciudadanía observa con incertidumbre cómo las peleas internas podrían terminar beneficiando a Jeannette Jara, la candidata comunista que encabeza las encuestas.

"Las peleas en la oposición sólo benefician a Jara", advirtió Kast en su cuenta de X, llamando a la unidad para derrotar a la izquierda. Sin embargo, la desconfianza mutua y las diferencias de fondo parecen difíciles de superar en las semanas que quedan antes de la elección.

La historia reciente muestra que los bloques políticos que no logran cohesión en momentos críticos terminan pagando un costo electoral significativo. La derecha chilena enfrenta ahora un dilema: ¿priorizar la unidad estratégica o mantener la pluralidad de voces y proyectos?

En definitiva, este choque entre Matthei y Kast revela más que una disputa personal: expone las tensiones internas de un sector político que intenta redefinirse en medio de un país polarizado. La verdad que se impone, tras semanas de análisis y múltiples fuentes, es que la fragmentación en la derecha podría abrir la puerta a un avance de la izquierda, mientras que la resolución de este conflicto será determinante para el futuro político de Chile.

El coliseo está listo y el público observa expectante cómo se desarrollará esta batalla que trasciende candidaturas y que pone en juego la configuración del poder en el próximo gobierno.