
Chile enfrenta un cambio profundo en la forma en que mide la pobreza. El Ministerio de Desarrollo Social y Familia anunció una actualización en la metodología oficial que se aplicará por primera vez en la Encuesta Casen 2024, cuyos resultados se conocerán en enero de 2026. Este ajuste no es menor: incorpora una canasta básica saludable que reduce en un 50% la presencia de alimentos ultraprocesados, redefine indicadores y modifica la forma en que se calcula la pobreza multidimensional y por ingresos.
La actualización fue diseñada a partir de las recomendaciones de la Comisión Asesora Presidencial para la Actualización de la Medición de la Pobreza, entregadas en julio de 2025 al Presidente Gabriel Boric. Además, contó con la colaboración técnica del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Se mantuvieron las cinco dimensiones del análisis multidimensional, pero se aumentó el número de indicadores de 15 a 20, con ponderaciones iguales, y se estableció un umbral de pobreza superior al 20% de carencias. Entre las modificaciones, destaca la redefinición del indicador de dependencia funcional, ahora denominado "Apoyo en cuidado de personas con dependencia funcional", y la separación del déficit habitacional en cuantitativo y cualitativo.
En cuanto a la pobreza por ingresos, la nueva metodología elimina el uso del alquiler imputado en el cálculo y aplica líneas diferenciadas para hogares arrendatarios y no arrendatarios. La incorporación de la canasta básica saludable es un cambio notorio, que busca reflejar patrones de consumo más acordes con necesidades nutricionales reales.
Rosario Navarro, presidenta de Sofofa, valoró la actualización como un avance que permitirá mejorar la focalización de las políticas sociales. Sin embargo, desde algunos sectores políticos y sociales se advierte que la nueva metodología podría no reflejar con suficiente profundidad las desigualdades estructurales que persisten en el país.
Jeannette Jara, candidata presidencial de Unidad por Chile, destacó la importancia de la actualización, pero insistió en que las políticas deben ir más allá de la medición para atacar las causas de la pobreza. Por otro lado, expertos en ciencias sociales alertan sobre el riesgo de que la complejidad del fenómeno quede diluida en indicadores técnicos, y llaman a mantener una mirada crítica sobre cómo estas cifras se traducen en acciones concretas.
Este cambio metodológico implica que Chile contará con indicadores más alineados con estándares internacionales y patrones de consumo actuales. Esto fortalecerá la capacidad del Estado para diseñar y evaluar políticas públicas basadas en evidencia actualizada.
No obstante, la actualización también ha generado incertidumbre en sectores que temen que la redefinición de parámetros pueda modificar la percepción pública sobre la magnitud de la pobreza, afectando la urgencia política y social para enfrentarla.
Además, el debate se extiende hacia la interpretación de los resultados: ¿cómo equilibrar la necesidad de mediciones rigurosas con la realidad vivida por millones de chilenos? ¿Se logrará que esta nueva medición impulse políticas integrales que combatan la pobreza multidimensional y la desigualdad?
La actualización de la medición de la pobreza en Chile representa un paso técnico importante y un intento por reflejar con mayor fidelidad la realidad social. Sin embargo, la historia reciente del país enseña que el cambio en las cifras no garantiza por sí solo mejoras en las condiciones de vida.
La pluralidad de perspectivas —desde el mundo académico, político, social y económico— revela una tensión permanente entre la precisión estadística y la urgencia ética y política. En definitiva, el desafío no es solo medir mejor, sino transformar esas mediciones en acciones efectivas y sostenibles que reduzcan la pobreza y promuevan la justicia social.
Esta actualización, por tanto, es solo el inicio de un debate más amplio y necesario sobre cómo Chile enfrenta sus desigualdades y construye un futuro más inclusivo.