
En los días previos a la elección presidencial del domingo 16 de noviembre, la derecha chilena se encuentra en un escenario de confrontación pública que va más allá del debate político tradicional. El diputado Johannes Kaiser, candidato del Partido Nacional Libertario (PNL), acusó a José Antonio Kast, líder del Partido Republicano, de plagiar sus propuestas políticas, especialmente la idea de realizar una auditoría externa al gobierno. Esta disputa ha tensionado un espacio electoral que, hasta ahora, parecía dominado por Kast, pero que ha visto un repliegue del oficialismo y una disputa interna que podría modificar el panorama.
La controversia comenzó cuando Kast anunció públicamente su intención de llevar a cabo una auditoría estatal externa, una propuesta que Kaiser había impulsado con insistencia desde hace meses en su programa de gobierno. En redes sociales, Kaiser cuestionó a Kast con ironía: "¿Hay alguna idea que Kast no quiera pelarnos? ¡Un poco de vergüenza!" Esta acusación no solo pone en evidencia una pugna por la originalidad de las propuestas, sino también una lucha por el liderazgo dentro del electorado de derecha.
Desde una perspectiva política, este enfrentamiento revela una fractura más profunda. Kast representa una derecha conservadora tradicional, con propuestas de recortes fiscales y un discurso fuerte en contra del actual gobierno. Kaiser, en cambio, aparece como un libertario más radical, que busca diferenciarse con medidas disruptivas y un discurso que apela a la transparencia y la revisión exhaustiva de la gestión pública.
Mientras tanto, el gobierno de Gabriel Boric ha optado por un repliegue táctico en esta recta final electoral. La ministra secretaria general de Gobierno, Camila Vallejo, ha defendido el presupuesto 2026 frente a las críticas de ambos candidatos de derecha, subrayando las contradicciones internas de la oposición. En un punto de prensa en Talagante, Vallejo señaló: "Si la oposición rechazó todo el presupuesto, nos viene a decir que nosotros estamos dejando sin presupuesto al país. ¿No les parece que es evidente la mentira o la contradicción?"
Este contraste entre la fragmentación de la derecha y la defensa gubernamental pone al descubierto no solo las disputas electorales, sino también las tensiones sociales y económicas que atraviesan Chile. La derecha, tradicionalmente unida en torno a un discurso común, se muestra hoy dividida y en pugna por un espacio que parece cada vez más estrecho.
Desde el punto de vista regional, esta disputa también tiene matices. Mientras en la zona central del país Kast mantiene una base sólida, Kaiser ha logrado captar la atención de sectores jóvenes y urbanos, seducidos por su discurso libertario y su énfasis en la transparencia.
Las consecuencias de esta batalla política serán visibles a partir del domingo, cuando se conozcan los resultados electorales. Sin embargo, ya se puede constatar que la derecha chilena enfrenta un desafío interno que podría redefinir su identidad y estrategia política para los próximos años.
En definitiva, esta pugna entre Kast y Kaiser no es solo un choque de propuestas o personalidades, sino la expresión de una derecha en crisis, que busca reinventarse mientras se enfrenta a un gobierno que, aunque debilitado, mantiene una defensa férrea de su gestión. La elección presidencial de 2025 se presenta así como un coliseo donde los protagonistas no solo luchan por el poder, sino por el alma misma de su sector político.
Fuentes consultadas: La Tercera (12 de noviembre de 2025).