Estados Unidos impulsa su autonomía minera: inversión récord en proyectos estratégicos en Alaska y Nevada

Estados Unidos impulsa su autonomía minera: inversión récord en proyectos estratégicos en Alaska y Nevada
Economía
Minería y Energía
2025-11-14
Fuentes
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- Inversión estatal histórica en minería de minerales críticos.

- Reversión de políticas previas y cambio de enfoque federal.

- Tensiones entre desarrollo económico y comunidades indígenas en Alaska.

En un giro estratégico que ha captado la atención de mercados y comunidades, Estados Unidos anunció en octubre de 2025 la adquisición de un 10% de participación en Trilogy Metals, empresa canadiense dedicada a la exploración minera en el distrito de Ambler, Alaska. Esta decisión, que llevó a un aumento del 205% en las acciones de la compañía, marca un cambio de rumbo respecto a la administración anterior y refleja una apuesta decidida por asegurar cadenas de suministro nacionales de minerales esenciales para la transición energética y la defensa.

El proyecto Ambler, rico en cobre, zinc, plomo, cobalto y otros metales, se convierte así en un epicentro de la política minera estadounidense. Según un comunicado oficial, la inversión de US$35,6 millones es un "compromiso federal renovado con el desarrollo responsable de los recursos en Alaska". Este compromiso, sin embargo, se enfrenta a voces críticas que advierten sobre el impacto ambiental y social en territorios indígenas.

Desde una perspectiva política, el gobierno actual ha revertido las restricciones impuestas por la administración Biden, que había frenado la construcción de la infraestructura vial necesaria para el proyecto, conocida como Ambler Road. Este cambio ha sido celebrado por sectores empresariales y defensores del desarrollo económico, pero cuestionado por organizaciones indígenas y ambientalistas que denuncian falta de consulta adecuada y riesgos para ecosistemas frágiles.

En el escenario regional, las comunidades nativas de Alaska han expresado preocupación por la potencial alteración de sus formas de vida tradicionales. Un líder de la comunidad Gwich’in señaló que "el progreso no puede ser a costa de nuestra tierra y cultura", poniendo en evidencia la tensión entre desarrollo y preservación.

Paralelamente, Estados Unidos ha concretado un acuerdo para ingresar en Lithium Americas, con participación en el proyecto Thacker Pass en Nevada, el mayor yacimiento de litio en construcción en el hemisferio occidental. Esta jugada amplía la estrategia nacional para controlar minerales críticos en la cadena global de tecnologías verdes.

Las reacciones políticas no se han hecho esperar. Desde la derecha, se valora la medida como un paso necesario para la independencia tecnológica y energética. En cambio, sectores de izquierda y ambientalistas llaman a la cautela y a fortalecer los mecanismos de consulta ciudadana y protección ambiental.

En conclusión, la apuesta estadounidense por la minería estratégica en Alaska y Nevada es un movimiento con múltiples aristas: asegura recursos clave para la economía del futuro, reactiva tensiones socioambientales y redefine políticas públicas en un contexto global de competencia por minerales críticos. Esta historia, lejos de cerrarse con la inversión, abre un debate profundo sobre los límites del desarrollo y la justicia territorial que seguirá marcando la agenda en los próximos años.