
En las semanas previas a la elección presidencial que se celebrará en diciembre, la campaña de Evelyn Matthei ha intensificado sus esfuerzos para reducir la brecha que la separa del candidato José Antonio Kast, quien mantiene una ventaja sostenida en las encuestas. A comienzos de octubre, el comando de Matthei reconoció la urgencia de ajustar su estrategia para acercarse a Kast, a 40 días de los comicios. Esta situación ha desatado un escenario de tensiones internas y debates sobre el rumbo que debe tomar la abanderada de Chile Vamos.
Por un lado, algunos integrantes del equipo proponen confrontar directamente a Kast, cuestionando su manejo económico y su ausencia en espacios televisivos clave. Por otro, una facción aconseja privilegiar la difusión de propuestas para atraer al electorado moderado y despolitizado. Esta dualidad refleja un dilema clásico en las campañas presidenciales: ¿atacar para ganar terreno o convencer con ideas?
“Me llama la atención y creo que es una decisión que le va a terminar jugando en contra, porque en la ciudadanía se van a dar cuenta de que si un candidato no puede ir a responder preguntas a un programa de televisión, menos lo va a poder hacer cuando gobierne”, señaló la diputada Ximena Ossandón, miembro del comité político de Matthei, en alusión a la ausencia de Kast en programas como Car-Curo a La Moneda y El Candidato.
Kast, por su parte, ha defendido su agenda y criterios para seleccionar las instancias a las que asiste, asegurando que ha participado en todos los debates oficiales y que continuará haciéndolo. “Uno va viendo a cuáles puede ir por agenda, a cuáles puede ir porque estima que es un aporte, y a cuáles no puede ir por agenda o porque uno considera que no son un aporte”, afirmó el candidato republicano.
En paralelo, la candidata oficialista Jeannette Jara también ha cuestionado la ausencia de Kast en ciertos espacios, subrayando que la exposición al escrutinio público es fundamental para quienes aspiran a la Presidencia. “La ausencia de los programas o de quienes te entrevistan es bien particular porque si uno quiere ser Presidente de la República tiene que estar sometido al escrutinio público”, señaló Jara, quien a pesar de su crítica también ha optado por retirarse de algunos debates para concentrarse en actividades regionales.
Este escenario no solo enfrenta a los candidatos entre sí, sino que también refleja la fragmentación del electorado chileno. El comando de Matthei ha puesto especial atención en el llamado “62% del Rechazo”, un segmento de la población que no está alineado con las opciones políticas tradicionales y que busca cambios sin una refundación radical del país. Según el presidente de la UDI, Guillermo Ramírez, la estrategia es captar ese electorado que busca soluciones pragmáticas y rechaza las promesas incumplibles.
La campaña presidencial se convierte así en un coliseo donde se enfrentan no solo proyectos políticos, sino también estilos y discursos, mientras el público observa la lucha por el favor ciudadano. La tensión entre confrontación y propuestas, la gestión de la exposición pública y la búsqueda de un electorado fragmentado configuran un escenario complejo y dinámico, con consecuencias que trascenderán el resultado electoral.
En conclusión, la contienda entre Matthei y Kast evidencia un país en busca de dirección, donde la política se disputa en múltiples frentes y la ciudadanía se enfrenta a decisiones que marcarán el rumbo nacional. La manera en que estos candidatos gestionen sus diferencias y se conecten con un electorado diverso será clave para definir no solo la elección, sino también la estabilidad y cohesión social en los años venideros.