La transformación del rating televisivo en Chile: más allá de los números, un cambio cultural

La transformación del rating televisivo en Chile: más allá de los números, un cambio cultural
Economía
Empresas y Negocios
2025-11-14
Fuentes
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- Nuevas métricas que miden consumo en múltiples dispositivos.

- Impacto en la industria publicitaria y decisiones estratégicas.

- Debate social y cultural sobre el consumo audiovisual en la era digital.

En un giro que parecía inevitable, el jueves 2 de octubre de 2025 se implementó una nueva metodología para medir el rating televisivo en Chile, que no solo actualiza las herramientas técnicas, sino que reconfigura la manera en que entendemos el consumo audiovisual en el país. Esta transformación, impulsada por Kantar Ibope Media, incorpora dispositivos inteligentes como tablets y smartphones, sumando al tradicional People Meter un Focal Meter que registra la visualización en pantallas conectadas.

El cambio más notable es el paso de porcentajes a valores absolutos, lo que permite conocer el número exacto de personas que consumen un contenido específico, un dato que, según Ignacio Mirchak, Country Leader de Kantar Ibope Media en Chile, es clave para optimizar la inversión publicitaria y tomar decisiones estratégicas con mayor precisión.“La forma en que consumimos contenido cambió radicalmente con la digitalización y la medición de audiencia también debía evolucionar”, afirmó Mirchak, señalando un punto crucial: la medición ya no puede limitarse a la televisión abierta, sino que debe abarcar el ecosistema digital que ha modificado los hábitos de la audiencia.

Este avance técnico tiene consecuencias palpables en el tablero del negocio audiovisual. Las señales tradicionales, como Chilevisión, Mega, Canal 13 y TVN, enfrentan un escenario donde los indicadores de éxito se desdoblan y complejizan. El consumo fragmentado y multiplataforma obliga a repensar la programación y la estrategia comercial, generando tensiones internas y debates abiertos sobre la supervivencia del modelo clásico de televisión abierta.

Desde una perspectiva política y social, este cambio también refleja las transformaciones culturales del país. Sectores más jóvenes y urbanos, que migran hacia plataformas digitales, se sienten mejor representados en estas nuevas métricas, mientras que audiencias tradicionales, en regiones y segmentos socioeconómicos menos conectados, pueden quedar invisibilizados o subvalorados. “Es un desafío equilibrar la medición para no perder la diversidad territorial y social del país”, advierte un académico de comunicación de la Universidad de Chile.

La industria publicitaria, por su parte, experimenta una paradoja: la mayor precisión en la medición permite campañas más segmentadas y efectivas, pero también obliga a repensar presupuestos y estrategias en un mercado que se fragmenta y diversifica. La presión por adaptarse es intensa y ha generado debates en gremios y asociaciones del sector.

Finalmente, para el público, esta transformación puede ser una invitación a reflexionar sobre sus propios hábitos de consumo, la saturación de pantallas y la relación con los contenidos audiovisuales. La medición más exacta no solo es un dato técnico, sino una ventana a cambios profundos en la sociedad chilena contemporánea.

En conclusión, la renovación del sistema de rating en Chile no es solo un ajuste metodológico, sino un espejo de la transición cultural y económica que vive el país en la era digital. La televisión abierta se enfrenta a un desafío histórico: adaptarse o perder protagonismo, mientras la audiencia se fragmenta y diversifica en un ecosistema audiovisual en constante evolución. La verdad ineludible es que la medición ya no es solo números, sino narrativa, poder y representación social en juego.