El caso Valentina Alarcón: una tragedia que expone grietas sociales y judiciales en Chile

El caso Valentina Alarcón: una tragedia que expone grietas sociales y judiciales en Chile
Actualidad
Crimen y seguridad
2025-11-14
Fuentes
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- Consumo de drogas y vulnerabilidad social detrás de la tragedia.

- Acusación de femicidio y robo que sacude a la justicia.

- Debate público y familiar sobre la responsabilidad y el contexto del crimen.

El 25 de octubre de 2025, Valentina Alarcón Molina, una joven de 26 años y ferviente hincha de Universidad de Chile, desapareció tras salir de su hogar en Puente Alto. Nueve días después, su cuerpo fue encontrado sin vida en un domicilio de La Pintana. El caso, que conmocionó a la opinión pública, ha revelado en estos días una trama compleja que va más allá de un crimen aislado.

Robinson René Saunders González, conocido como “El Cebolla”, fue formalizado por la Fiscalía Regional Metropolitana Sur por violación con femicidio y robo con homicidio. El imputado, de 33 años, permanece en prisión preventiva mientras avanza la investigación. Pero, ¿qué llevó a Valentina a ese fatal encuentro?

Según declaraciones oficiales y testimonios recopilados, Valentina habría llegado voluntariamente a la casa de “El Cebolla” para consumir drogas, una situación que se vincula a su historia personal y a vulnerabilidades sociales que marcaron su vida. La fiscal a cargo señaló que no existía un vínculo personal claro entre ambos, sino más bien una relación circunstancial en torno al consumo de sustancias.

El punto de inflexión ocurrió cuando, según testigos, el acusado intentó forzarla, desencadenando la tragedia. “El problema después se produce cuando este sujeto la empieza a forzar. ¿En qué sentido? A violarla”, afirmó la fiscal. Este relato ha abierto un debate intenso sobre la violencia de género y la protección de mujeres en contextos de marginalidad.

Desde el mundo político y social, las reacciones han sido variadas. Sectores conservadores han puesto el foco en la responsabilidad individual y la necesidad de fortalecer las penas para este tipo de delitos. Por otro lado, organizaciones de derechos humanos y feministas insisten en que esta tragedia refleja fallas estructurales en la prevención, el acceso a la salud mental y la erradicación del consumo problemático de drogas sin estigmatización.

En el ámbito judicial, el caso ha puesto bajo la lupa la eficacia de las investigaciones y la rapidez en la formalización, pero también la necesidad de un abordaje integral que considere los factores sociales que rodean a las víctimas y victimarios.

La familia de Valentina ha denunciado públicamente la falta de apoyo estatal y ha pedido justicia no solo en términos punitivos, sino también en políticas públicas que prevengan futuras tragedias similares.

A casi tres semanas de los hechos, la venta del teléfono de Valentina por parte del acusado y los testimonios de testigos han sido claves para sostener la acusación, evidenciando un entramado criminal que no se limita al femicidio sino que incluye robo y ocultamiento de pruebas.

Esta historia, que podría haber sido un simple titular inmediato, se ha convertido en un espejo donde convergen debates sobre violencia de género, marginalidad, consumo problemático y justicia en Chile. La tragedia de Valentina Alarcón no solo conmueve, sino que obliga a mirar con profundidad las grietas que persisten en nuestra sociedad.

Queda claro que, más allá de la condena al culpable, el desafío está en comprender y actuar sobre los factores que permiten que estas tragedias se repitan. La verdad judicial avanza, pero la verdad social aún está en construcción.