
Chile se posiciona en el mapa de la innovación tecnológica y científica con desarrollos que, más allá de la novedad inmediata, muestran hoy su impacto consolidado y su proyección internacional.
En octubre de 2025, la startup chilena AInwater cerró una ronda de inversión por más de 530 mil dólares para expandir su plataforma Poseidón, que ya opera en más de 100 plantas de tratamiento en Chile, México y Brasil, optimizando la gestión del agua mediante inteligencia artificial. Esta tecnología no solo reduce costos operativos en un 30%, sino que introduce un cambio de paradigma: de una gestión reactiva a una predictiva y asistida por IA, capaz de anticipar eventos y recomendar acciones en tiempo real.
Camilo Huneeus, CEO de AInwater, recuerda que "la tecnología para prever la crisis hídrica siempre existió, pero nadie la había usado con sentido sistémico". Esta reflexión resuena con la urgencia global y regional, donde países como México y Chile enfrentan riesgos hídricos moderados a altos, y pérdidas de hasta la mitad del agua tratada en las redes.
Poseidón se adapta a contextos latinoamericanos, soportando información incompleta y diversidad de industrias, desde comunidades rurales hasta plantas industriales, un desafío que competidores extranjeros no han logrado superar. Su futuro apunta a plantas 100% automatizadas por IA y a un mercado emergente de créditos de agua tokenizados, que podrían revolucionar la gestión del recurso en la región.
En paralelo, la innovación chilena también avanza en el campo biomédico. Investigadores de la Universidad de Santiago desarrollaron un ungüento natural basado en extracto de litre capaz de tratar el melanoma en grandes animales, como caballos, que será lanzado en Chile y Estados Unidos a inicios de 2026. Este producto, licenciado a la empresa Kawell, se convierte en el primer tratamiento natural de su tipo en el mundo, con aprobación preliminar de la FDA y un modelo de comercialización que incluye venta en plataformas como Amazon y Walmart.
Leonel Rojo, farmacólogo y co-desarrollador, explica que el extracto "despierta al sistema inmune para atacar el tumor, logrando su desprendimiento y curación en uno o dos meses". Este avance no solo representa un hito científico, sino un ejemplo de transferencia tecnológica exitosa desde la academia hacia el mercado global.
En el ámbito social y forense, México enfrenta una crisis humanitaria con más de 130,000 personas desaparecidas y cerca de 6,000 fosas comunes detectadas. Desde 2023, un equipo científico utiliza cerdos vestidos y enterrados en terrenos sospechosos para replicar la descomposición humana y estudiar sus efectos térmicos y biológicos en el suelo, facilitando la detección con drones y satélites.
Juan José Silván, experto en procesamiento de imágenes geoespaciales, destaca que "los cerdos son el mejor modelo para estudiar estas variables, dada su similitud anatómica con humanos". Además, el estudio incorpora el análisis de insectos y vegetación como indicadores indirectos de fosas, combinando tecnología avanzada con métodos tradicionales de búsqueda.
Este enfoque ha permitido detectar cambios térmicos y microecosistemas que señalan posibles enterramientos, ayudando a colectivos y autoridades en la ardua tarea de localizar desaparecidos.
Las tres historias convergen en un punto clave: la innovación en Chile y Latinoamérica no es solo una cuestión de tecnología o ciencia, sino una herramienta para enfrentar desafíos complejos y reales, desde la crisis hídrica y la salud animal hasta la justicia social.
Mientras AInwater redefine la gestión del agua en un continente azotado por sequías y pérdidas, la Universidad de Santiago y Kawell abren nuevas vías para tratamientos oncológicos veterinarios, y en México, la ciencia aplicada a la búsqueda de desaparecidos combina biología, tecnología y geografía para devolver esperanza a miles de familias.
Estas iniciativas, validadas y en expansión, reflejan un ecosistema de innovación maduro, que trasciende la inmediatez y se asienta en resultados concretos, con impactos visibles y múltiples perspectivas, tanto sociales como económicas y éticas.
El desafío ahora es sostener y escalar estos avances, integrando políticas públicas, inversión privada y colaboración internacional, para que la innovación chilena y latinoamericana se traduzca en bienestar tangible y justicia efectiva.
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Fuentes: WIRED (AInwater y SHA-WHOOP), Diario Financiero (ungüento para melanoma), BBC News Mundo (búsqueda de desaparecidos con cerdos e insectos).