Kast y el vidrio antibalas: ¿protección necesaria o espectáculo de miedo?

Kast y el vidrio antibalas: ¿protección necesaria o espectáculo de miedo?
Actualidad
Política
2025-11-14
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- Uso reiterado de vidrio antibalas en actos al aire libre.

- Debate político intenso sobre la imagen y estrategia del candidato.

- Tensiones entre seguridad y percepción ciudadana en la recta final de la campaña.

En los días previos a la elección presidencial que marcará un nuevo capítulo en la historia política chilena, José Antonio Kast reapareció en Concepción protegido por un vidrio antibalas en un acto masivo al aire libre. Esta escena, repetida tras un evento similar en Viña del Mar, no pasó desapercibida y generó un debate que trascendió la contingencia electoral.

El uso de esta protección física, que recuerda las imágenes de campañas internacionales como la de Donald Trump en Estados Unidos, se convirtió en un símbolo que polariza opiniones. Para sus adherentes, responde a una necesidad real de seguridad ante el contexto de violencia y amenazas, mientras que sus críticos denuncian una estrategia de manipulación del miedo y un gesto que proyecta desconfianza hacia la ciudadanía.

Jeannette Jara, del oficialismo, calificó esta medida como un "temor a los chilenos", mientras que Marco Enríquez-Ominami, candidato independiente, la interpretó como un intento de "manipular el miedo" del electorado. Estas voces reflejan la tensión entre quienes ven en el blindaje una defensa legítima y quienes lo perciben como un acto teatral que profundiza la división social.

Desde el comando de Kast, la explicación oficial apuntó a la "contingencia" y el "nivel de exposición" del candidato en un espacio público, enfatizando que no existía una amenaza concreta y que la medida no fue recomendada por Carabineros. El alcalde de Concepción, Héctor Muñoz, sostuvo que "las medidas de seguridad son reservadas y no se pueden comentar públicamente". Esta discreción, sin embargo, alimenta la especulación y el desconcierto.

Más allá de la campaña, la escena plantea preguntas sobre el clima político y social que atraviesa Chile. ¿Hasta qué punto la seguridad personal de los líderes se convierte en espectáculo? ¿Qué mensaje se transmite a la ciudadanía cuando la protección se exhibe como parte del ritual electoral? ¿Cómo influye esto en la percepción de la democracia y la confianza pública?

Diversas regiones y sectores sociales han reaccionado con mezcla de preocupación y crítica. En zonas donde la violencia y la inseguridad son problemas palpables, algunos sectores entienden la cautela. Sin embargo, para otros, esta puesta en escena es un reflejo de la fractura social y del aumento de la polarización política.

En definitiva, el uso del vidrio antibalas en la campaña de Kast no es solo un asunto de seguridad personal sino un símbolo cargado de significados contradictorios. Mientras unos ven una defensa necesaria frente a riesgos reales, otros advierten una estrategia que alimenta el miedo y la desconfianza. Esta dualidad revela la complejidad de un país que busca reconciliarse con su historia de tensiones y que enfrenta un futuro político incierto.

El episodio deja en claro que la seguridad y la imagen pública en la política chilena están entrelazadas en un juego delicado, donde cada gesto es escrutado y cada símbolo puede convertirse en un campo de batalla ideológico. La verdad, como siempre, se encuentra en el equilibrio entre la percepción y la realidad, y en la capacidad de la sociedad para dialogar más allá del espectáculo.