
En un escenario político que se ha ido definiendo con matices y tensiones, Jeannette Jara se mantiene como la favorita para la primera vuelta presidencial, según la encuesta Plaza Pública Cadem de septiembre de 2025. Con un 26% de las preferencias, Jara aventaja a sus rivales, aunque la distancia con José Antonio Kast, que ostenta un 23%, se ha reducido. Sin embargo, la dinámica electoral no es tan lineal como parece a primera vista.
Mientras Jara conserva la punta, figuras como Evelyn Matthei y Johannes Kaiser han escalado posiciones, alcanzando un 17% y 11% respectivamente. Este ascenso inesperado ha reconfigurado el mapa político, evidenciando un electorado que busca alternativas más allá de los polos tradicionales. La caída de Franco Parisi al 9% y la marginalización de otros candidatos como Marco Enríquez-Ominami refuerzan esta tendencia.
Desde una mirada política, el oficialismo ve en Jara una carta fuerte que representa continuidad y ciertas expectativas de cambio moderado, mientras que la oposición tradicional se fragmenta, debatiendo si unir fuerzas o apostar por liderazgos emergentes.
Un dato revelador surge al contrastar la intención de voto con la percepción sobre quién será el próximo presidente. El 39% de los encuestados cree que Kast será el próximo mandatario, superando el 31% que apuesta por Jara. Esta discrepancia abre interrogantes sobre el peso de la imagen pública, la influencia mediática y el efecto del voto útil o estratégico.
Ciudadanos de distintas regiones y estratos sociales expresan opiniones encontradas: algunos valoran la estabilidad que Jara podría ofrecer, otros temen una continuidad sin cambios profundos, mientras que quienes apoyan a Kast y a otros candidatos emergentes se muestran esperanzados en un giro político más radical.
Representantes del mundo académico y organizaciones civiles coinciden en que esta elección es un reflejo de la complejidad social que atraviesa Chile: 'El electorado está fragmentado y busca nuevas respuestas a problemas antiguos, desde la desigualdad hasta la seguridad', señala la politóloga María Fernanda Soto.
Por su parte, sectores empresariales observan con cautela, conscientes de que la volatilidad política puede afectar la estabilidad económica y la inversión.
Este panorama revela que el liderazgo de Jara es real pero frágil, condicionado a cómo se posicionen sus rivales y a la percepción ciudadana que aún está en formación. La fragmentación opositora y la diferencia entre intención y expectativa presidencial sugieren que la campaña entrará en una fase más intensa y confrontacional.
Además, la encuesta muestra que el presidente Gabriel Boric ha recuperado algo de aprobación, alcanzando un 34%, lo que podría influir en la percepción del oficialismo y sus desafíos futuros.
En definitiva, este proceso electoral chileno no solo es una disputa por el poder, sino un reflejo de tensiones sociales profundas, expectativas diversas y una ciudadanía que observa con atención y escepticismo. La tragedia o el triunfo de cada protagonista están aún por escribirse, y el público, expectante, se mantiene en el coliseo político, donde cada movimiento puede cambiar el destino.
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Fuentes: Encuesta Plaza Pública Cadem, septiembre 2025; análisis de expertos políticos; testimonios ciudadanos recopilados en terreno.