
En un escenario electoral que parecía marcado por la tradicional distancia institucional entre gobierno y campaña, el presidente Gabriel Boric ha optado por un protagonismo inédito que ha sacudido las reglas no escritas del juego político chileno. Desde finales de septiembre, en cadena nacional y en múltiples intervenciones públicas, el Mandatario ha cuestionado abiertamente propuestas de la oposición, en especial las de José Antonio Kast, calificándolas de "irresponsables" y poniendo en duda la viabilidad de recortes presupuestarios que, según él, podrían afectar la estabilidad del país.
Este intervencionismo electoral, que ha persistido pese a los llamados de la Contraloría a mantener la neutralidad del Ejecutivo en la contienda, ha generado una serie de reacciones encontradas que ponen en evidencia las tensiones entre el rol institucional y la lógica política.
Desde el oficialismo, la vocera de gobierno ha defendido la actitud presidencial como una forma legítima de "problematizar" el impacto de ciertas propuestas opositoras, argumentando que "no da lo mismo quién gobierna un país" y que el Mandatario tiene derecho a expresar su visión en el debate público. En este sentido, se plantea que Boric actúa como líder político que busca defender un proyecto y alertar sobre riesgos concretos.
Sin embargo, desde la oposición y sectores críticos, esta postura ha sido calificada como un abuso de poder y una degradación de la figura presidencial. "El presidente se ha convertido en un candidato de facto, usando recursos del Estado para hacer proselitismo en contra de sus rivales", señalan analistas políticos y dirigentes opositores. Además, advierten que este comportamiento puede sentar un peligroso precedente para futuras elecciones y para la institucionalidad democrática.
Lejos de fortalecer la candidatura oficialista de Jeannette Jara, el intervencionismo de Boric parece haber tenido un efecto paradójico. Al focalizar sus críticas en Kast, ha otorgado mayor visibilidad y tribuna a la derecha, mientras que su propio sector oficialista no logra capitalizar ese protagonismo. Algunos expertos interpretan que el Mandatario, consciente del desgaste de su administración, estaría buscando posicionarse como líder de la futura oposición, anticipando un cambio de ciclo político.
Esta estrategia, sin embargo, no ha estado exenta de costos. La figura presidencial ha sufrido un desgaste evidente, con pérdida de autoridad y credibilidad, lo que podría limitar su capacidad de gobernar y negociar en los meses restantes de su mandato.
El intervencionismo electoral no es un hecho aislado en esta administración. A lo largo de su mandato, Boric ha incurrido en actos impulsivos que han tensionado la percepción pública sobre su liderazgo, como la controvertida conferencia de prensa sobre el caso Monsalve, que terminó amplificando la crisis en lugar de resolverla.
Estas conductas, sumadas al actual protagonismo en campaña, configuran un patrón que preocupa a diversos sectores políticos y sociales, que llaman a un replanteamiento urgente para preservar la dignidad del cargo y la estabilidad democrática.
La intervención directa del presidente Boric en la campaña electoral ha dejado en evidencia la fragilidad de las normas no escritas que regulan el equilibrio entre el poder ejecutivo y el proceso electoral. Si bien el jefe de Estado tiene derecho a expresar sus ideas, la forma y el contexto en que lo ha hecho han generado efectos contraproducentes para su propio sector y una erosión de la institucionalidad.
Este episodio invita a reflexionar sobre los límites del liderazgo presidencial en democracia y la necesidad de fortalecer mecanismos que garanticen la imparcialidad y el respeto a las reglas del juego político, evitando que la figura presidencial se convierta en un actor polarizador que, en lugar de unir, profundiza las divisiones.
El debate queda abierto, y la historia política chilena observará con atención cómo se resuelve este desafío, que va más allá de una campaña electoral y toca la esencia misma de la democracia representativa.
2025-11-05
2025-11-07
2025-11-12