
El 12 de noviembre de 2025, el gobernador de Nuevo León, Samuel García, anunció con bombos y platillos una inversión de mil millones de dólares de Nvidia para construir un centro de datos en el estado. La noticia, difundida en un evento con más de mil asistentes en Ciudad de México, prometía un futuro donde la inteligencia artificial y la industria verde transformarían el norte mexicano. 'Nvidia ya tiene terreno y todo listo para que se instalen con su inversión. Queremos que llegue la industria del futuro: chips, semiconductores, robótica y, por supuesto, inteligencia artificial', afirmó el gobernador, despertando la euforia de la opinión pública y los medios.
Pero apenas tres días después, la propia Nvidia emitió un comunicado tajante: no realizarán inversiones financieras en Nuevo León ni construirán un centro de datos en el estado. La empresa aclaró que su apoyo se limitaría a proyectos de investigación y formación de talento, desmintiendo así el anuncio oficial.'El apoyo de Nvidia a la transformación digital y al progreso tecnológico latinoamericano se basa exclusivamente en iniciativas de cooperación, investigación y formación de talento', señalaron desde la compañía. Este giro abrupto generó un choque entre la expectativa generada y la realidad corporativa.
En respuesta, el gobierno estatal intentó matizar, atribuyendo la inversión millonaria a Cipre Holdings, una empresa que construiría el centro de datos con tecnología de Nvidia. Además, anunciaron la creación de una subsecretaría de inversión en inteligencia artificial con un presupuesto de 500 millones de pesos para atraer nuevas empresas. Sin embargo, la confusión ya estaba instalada.
Este episodio no es un caso aislado en Nuevo León ni en la región. En marzo de 2023, García también anunció la llegada de la gigaplanta de Tesla, con una inversión de más de 5 mil millones de dólares y 7 mil empleos directos. Dos años después, el terreno sigue desierto, y el proyecto permanece en un limbo indefinido, afectado por factores externos como las políticas proteccionistas de Estados Unidos y problemas internos de Tesla.
Desde la perspectiva política, la conducta del gobernador García ha sido interpretada de maneras contrapuestas. Sus partidarios destacan la audacia y la ambición de posicionar a Nuevo León como un polo tecnológico de vanguardia, mientras que sus críticos denuncian una tendencia a la precipitación y al uso de anuncios grandilocuentes para ganar capital político sin fundamentos sólidos.
‘Este tipo de anuncios sin sustento real contribuyen a la desconfianza ciudadana y pueden afectar la credibilidad institucional a largo plazo’, afirmó un analista político consultado por este medio. Por otra parte, sectores empresariales y tecnológicos observan con cautela, reconociendo la importancia de atraer inversiones en inteligencia artificial, pero subrayando la necesidad de claridad y rigor en las comunicaciones.
En el plano económico, la apuesta por la inteligencia artificial y la industria verde es innegable. Nvidia, que en octubre de 2025 alcanzó una capitalización bursátil récord de más de 5 billones de dólares, se perfila como un actor clave en la transformación tecnológica global. La colaboración con empresas como Uber para desarrollar robotaxis y la expansión de centros de datos en América Latina son parte de su estrategia global, pero su desembarco en México sigue siendo un proceso complejo y sujeto a múltiples variables.
La historia reciente de Nuevo León muestra que la narrativa tecnológica puede ser un arma de doble filo: capaz de atraer inversiones si se maneja con responsabilidad, o de generar decepción y escepticismo si se utiliza como herramienta de marketing político prematuro.
La lección que deja esta saga es clara: en un mundo donde la información se consume a velocidad vertiginosa, la verificación rigurosa y la paciencia para dejar madurar los hechos son esenciales. Solo así los ciudadanos podrán distinguir entre promesas vacías y proyectos con impacto real, evitando caer en la trampa de la euforia momentánea y construyendo una comprensión profunda sobre los desafíos y oportunidades que trae la revolución tecnológica.
En conclusión, la inversión de Nvidia en Nuevo León sigue siendo una aspiración en proceso, no una realidad consumada. La distancia temporal permite observar con mayor claridad las tensiones entre política, economía y tecnología, y la importancia de una comunicación honesta y fundamentada para no perder la confianza de la sociedad.
Fuentes: El País México (11-12 noviembre 2025), análisis político local, informes económicos sobre inversiones tecnológicas en América Latina.