San Sebastián 2025: el cine hispano en su apogeo y la sombra argentina de la crisis política

San Sebastián 2025: el cine hispano en su apogeo y la sombra argentina de la crisis política
Actualidad
Cultura
2025-11-15
Fuentes
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- Cinco días de un festival que coronó a España y Argentina.

- Un cine que interpela, conmueve y polariza.

- La presencia chilena y la solidaridad con Palestina como telón de fondo.

San Sebastián 2025 ha cerrado sus puertas dejando un saldo que va más allá de la alfombra roja y los flashes: un festival que ha ratificado la pujanza del cine hispano, con España y Argentina como protagonistas, pero también ha evidenciado tensiones políticas y sociales que atraviesan la región.

Desde el 22 hasta el 27 de septiembre, la ciudad vasca se convirtió en un coliseo donde se enfrentaron historias que desnudan almas, denuncian injusticias y muestran la complejidad de las sociedades iberoamericanas.

España: un dominio cimentado en la reflexión

Películas como "Los domingos", de Alauda Ruiz de Azúa, ganadora de la Concha de Oro, y "Historias del buen valle", de José Luis Guerin, se alzaron como los máximos exponentes de un cine que no solo entretiene sino que desafía al espectador a cuestionar sus propias creencias. Ruiz de Azúa, con una narrativa que explora la libertad religiosa y el conflicto familiar, ha logrado una obra que funciona como espejo ideológico, invitando a la audiencia a debatir sobre temas que en la vida real suelen ser tabú.

"Querer entender algo no quiere decir validarlo", señaló la directora, dejando claro que su película es un espacio para la reflexión más que para la imposición de una verdad.

Los Moriarti, con "Maspalomas", y la actriz Nagore Aranburu, que brilló con cuatro estrenos, han consolidado un cine vasco y español que mantiene su identidad y calidad, mientras apuesta por historias que dialogan con la memoria y la actualidad.

Argentina: el brillo entre sombras políticas

Aunque el cine argentino volvió a brillar en San Sebastián con títulos como "Belén", de Dolores Fonzi, y "Las corrientes", de Milagros Mumenthaler, la realidad detrás de cámaras es menos alentadora. El gobierno de Javier Milei ha vaciado la financiación pública del cine, dejando en jaque la continuidad de la producción audiovisual en el país.

La ausencia de apoyo estatal para 2026 y 2027 pone en riesgo la diversidad y la continuidad de un cine que ha sido referente mundial.

"Este año no se ha producido ninguna película con apoyo del Gobierno argentino", denuncian cineastas presentes en el festival.

La película "Belén" aborda la historia real de una mujer encarcelada injustamente por un aborto espontáneo, un relato que encendió la chispa del movimiento feminista en Argentina. Fonzi advierte que la polarización política actual y la represión cultural generan miedo y limitan el diálogo social.

Chile: talento y compromiso en escena

Chile se hizo presente con fuerza a través de la película "Cuerpo celeste", de Nayra Illic García, protagonizada por Daniela Ramírez y Mariana Loyola. La trama, que aborda la búsqueda de desaparecidos durante la dictadura de Pinochet, resonó con la audiencia y fue acompañada de un llamado a la memoria y a la solidaridad, expresado de manera enfática por Loyola con un pañuelo palestino.

"No olvidar a Palestina", pidió la actriz, en un gesto que unió arte y conciencia política.

Un festival para el público y la reflexión

San Sebastián se confirmó como un festival que no solo exhibe cine, sino que lo vive con su público. Más de 123.000 entradas vendidas en 2024 y un impacto económico cercano a los 48 millones de euros demuestran su relevancia.

La accesibilidad y cercanía con las estrellas, la experiencia única del Velódromo y el compromiso con historias que importan, hacen que el Zinemaldia sea un espacio donde el cine se convierte en arena de debate y encuentro.

Conclusiones

El Zinemaldia 2025 ha sido un escenario donde el cine hispano reafirmó su vigor artístico y social, pero también mostró las fracturas políticas que amenazan su futuro, especialmente en Argentina.

Las películas premiadas y las voces de sus creadores evidencian que el cine no es solo entretenimiento, sino un reflejo y motor de las tensiones y esperanzas de nuestras sociedades.

Chile, con su aporte cultural y su compromiso político, sumó una mirada necesaria en este mosaico de historias.

En definitiva, el festival ha dejado claro que detrás de cada película hay una batalla, un desafío, y que el espectador es llamado a ser más que un testigo: un participante activo en la construcción de sentido.

Este San Sebastián, la cultura hispana ha ganado una batalla de fondo contra la superficialidad y la indiferencia, pero queda el desafío de sostener ese impulso frente a los vientos políticos y económicos que soplan en la región.