
Un desafío que trasciende fronteras y desata controversias en el país. La eventual candidatura de Michelle Bachelet a la Secretaría General de Naciones Unidas ha dejado al descubierto una fractura política que, a más de un mes de su anuncio inicial, mantiene en vilo a la clase política chilena y a la opinión pública. El 22 de septiembre de 2025, la postulación fue oficialmente planteada por el gobierno de Gabriel Boric, pero desde entonces, el respaldo no ha sido unánime, especialmente en la oposición, donde figuras clave han optado por la suspensión o el silencio, generando un debate que va más allá de la persona y apunta a las tensiones internas del país.
Desde la derecha, la candidatura de Bachelet ha sido recibida con escepticismo y críticas duras. Johannes Kaiser, del Partido Nacional Libertario, calificó la gestión de Bachelet como presidenta y alta comisionada de derechos humanos de "mala" y "pésima" respectivamente, y aunque no se opone formalmente a la candidatura, no la respalda. Por su parte, José Antonio Kast y Evelyn Matthei han evitado un pronunciamiento claro, aunque sus silencios han sido interpretados como señales de incomodidad y rechazo tácito. Esta postura contrasta con la histórica unidad que logró el gobierno de Ricardo Lagos en 2005, cuando José Miguel Insulza fue postulado con apoyo transversal para la OEA.
Una de las críticas más recurrentes en la oposición es la improvisación y la falta de diálogo previo con las fuerzas políticas antes de anunciar la candidatura. La diputada Catalina Del Real lamentó que "el Presidente Boric debiese dedicarse a las urgencias del país, en vez de promover candidaturas a organismos internacionales". En la misma línea, el senador Rojo Edwards advirtió que "sería un grave error lanzar la candidatura de la expresidenta Bachelet en esta reunión de la ONU", anticipando que la falta de apoyo podría llevar a un desaire político.
Esta ausencia de consenso ha generado una paradoja: la candidatura requiere respaldo nacional, pero la polarización política y la proximidad de elecciones presidenciales en 2026 amenazan con socavar ese apoyo. El futuro gobierno, que asumirá en marzo de 2026, tendrá la última palabra sobre la continuidad del proceso.
En contraste, el oficialismo ha cerrado filas en defensa de la expresidenta. Jeannette Jara (PC) destacó que la experiencia y liderazgo de Bachelet son "garantía para enfrentar los grandes desafíos globales". La presidenta del Frente Amplio, Constanza Martínez, no solo valoró la trayectoria de Bachelet sino que también denunció la circulación de "fake news" en su contra, en especial aquellas relacionadas con migración.
La postura oficialista subraya la oportunidad que representa para Chile tener una figura con proyección internacional, capaz de posicionar al país en un escenario global complejo y cambiante. Sin embargo, esta visión choca frontalmente con la percepción opositora, que ve en la candidatura un riesgo político y una distracción de las problemáticas internas.
Lo que está claro es que esta candidatura no es solo un trámite diplomático, sino un reflejo de las tensiones y divisiones que atraviesan a Chile en este momento. La falta de unidad política podría debilitar la postulación y, en última instancia, afectar la imagen internacional del país. La historia reciente muestra que los cargos internacionales de alta relevancia requieren un respaldo transversal para prosperar, como ocurrió con Insulza en la OEA.
Además, la candidatura ha puesto en evidencia la disonancia entre las prioridades ciudadanas y las agendas políticas. Mientras gran parte de la población enfrenta problemas urgentes como la delincuencia, el empleo y la inflación, la postulación de Bachelet ha sido percibida por algunos sectores como una distracción o un lujo político.
En definitiva, este pulso político es una arena donde se juegan no solo las aspiraciones de una exmandataria, sino también la capacidad de Chile para proyectarse como un actor relevante en la diplomacia internacional, en medio de un escenario interno marcado por la incertidumbre y la polarización.
---
Fuentes: La Tercera (22/09/2025), declaraciones públicas de parlamentarios de oposición y oficialismo, análisis político contemporáneo.