China regula la aceleración de autos eléctricos: un freno a la velocidad para la seguridad urbana

China regula la aceleración de autos eléctricos: un freno a la velocidad para la seguridad urbana
Economía
Minería y Energía
2025-11-15
Fuentes
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- China impone límite a la aceleración de autos eléctricos para reducir accidentes.

- Conflicto entre innovación tecnológica y regulación estatal.

- Impacto global potencial en la industria automotriz y movilidad eléctrica.

China ha dado un giro inesperado en la regulación de la movilidad eléctrica al proponer limitar la aceleración de los vehículos eléctricos y híbridos enchufables. El 14 de noviembre de 2025, las autoridades chinas presentaron un borrador normativo que busca que los autos de pasajeros no puedan acelerar de 0 a 100 km/h en menos de cinco segundos. Esta medida, que podría parecer un freno a la innovación, surge en respuesta a una oleada preocupante de accidentes en zonas urbanas y carreteras del país, donde la potencia instantánea de los autos eléctricos ha generado riesgos inéditos en la seguridad vial.

El debate se instala en un terreno donde convergen intereses diversos y a veces contrapuestos. Por un lado, el gobierno chino enfatiza la necesidad de priorizar la seguridad pública y la reducción de siniestros, promoviendo modos de conducción más seguros —como los denominados "Comfort" o "Eco"— que moderen la entrega de potencia y permitan un control más progresivo del vehículo. Según un portavoz del Ministerio de Transporte, "la regulación busca equilibrar la innovación tecnológica con la protección de los ciudadanos".

En el otro extremo, fabricantes y consumidores expresan inquietudes. Las marcas de autos eléctricos, que compiten ferozmente en prestaciones y velocidad, ven en esta regulación una limitación que podría afectar la percepción de valor y la competitividad en el mercado. Un ejecutivo de una multinacional europea comentó a este medio: "Reducir la aceleración puede desincentivar la adopción masiva y frenar la innovación técnica". Asimismo, algunos usuarios argumentan que la medida podría afectar la experiencia de conducción y la autonomía en situaciones que requieren respuestas rápidas.

Este choque se replica también en la esfera internacional. China, que se ha consolidado como líder global en producción y consumo de vehículos eléctricos, podría marcar un precedente regulatorio que otros mercados observen con atención. La Unión Europea y Estados Unidos, que enfrentan sus propios desafíos en seguridad vial y regulación tecnológica, podrían evaluar la adopción de medidas similares o, en contraste, optar por modelos más flexibles.

Además, el borrador incluye estándares adicionales de seguridad activa, como sistemas para detectar el uso incorrecto del pedal, cortes de potencia ante maniobras bruscas y protocolos térmicos para evitar incidentes con baterías. Estas innovaciones tecnológicas buscan no solo limitar la velocidad, sino también mejorar la supervisión y control del comportamiento del vehículo en tiempo real.

Desde una perspectiva social, la medida ha generado debates sobre el equilibrio entre progreso y precaución. Mientras algunos sectores ven en la regulación un avance necesario para proteger vidas, otros la interpretan como un paso atrás en la ambición tecnológica y económica del país. La cuestión no es menor en un territorio donde la movilidad eléctrica es un pilar estratégico para la transición energética y la reducción de emisiones.

La propuesta aún está en consulta pública y podría sufrir ajustes antes de su implementación definitiva. Sin embargo, su sola existencia ya ha generado un efecto disruptivo en la industria y en la percepción pública sobre la conducción eléctrica.

En conclusión, China enfrenta hoy un desafío complejo: cómo armonizar la velocidad vertiginosa del desarrollo tecnológico con la imperiosa necesidad de seguridad y control social. La regulación sobre la aceleración de autos eléctricos no es solo una medida técnica, sino un síntoma de una tensión mayor entre innovación y responsabilidad, que invita a una reflexión profunda sobre el futuro de la movilidad global y las prioridades de las sociedades contemporáneas.