Ximena Rincón y la batalla presupuestaria: tensiones, verdades y un futuro fiscal en juego

Ximena Rincón y la batalla presupuestaria: tensiones, verdades y un futuro fiscal en juego
Actualidad
Política
2025-11-15
Fuentes
www.latercera.com cooperativa.cl www.latercera.com www.latercera.com www.latercera.com www.latercera.com cambio21.cl www.latercera.com www.latercera.com cambio21.cl www.latercera.com ellibero.cl

- Presupuesto 2026 en jaque por falta de claridad y datos confiables.

- Choque frontal entre la senadora Demócratas y el gobierno por cifras fiscales.

- Voces enfrentadas sobre el manejo del gasto público y la transparencia.

La discusión del Presupuesto 2026 ha dejado al descubierto una serie de tensiones que, más allá de los números, reflejan profundas disputas políticas y desafíos estructurales para Chile. En el centro del debate, la senadora Ximena Rincón, presidenta de la Comisión Mixta de Presupuestos, ha emergido como una figura clave que desafía la narrativa oficial y reclama una revisión exhaustiva y transparente del erario público.

Desde septiembre de 2025, Rincón ha exigido a la Dipres y al Ministerio de Hacienda un informe consolidado y detallado sobre las deudas y compromisos financieros del Estado, argumentando que "no se puede tramitar el presupuesto sin tener claridad de esas materias". Su requerimiento incluye deudas pendientes, obligaciones no facturadas, condenas judiciales y cualquier otro compromiso que afecte la planificación fiscal.

Este llamado a la transparencia y rigurosidad ha chocado frontalmente con el gobierno, que enfrenta críticas por la falta de cumplimiento en las metas fiscales y la subejecución de inversión pública en áreas sensibles como salud, vivienda y seguridad. La senadora advierte que "se está chuteando deuda porque no se tiene caja para enfrentarla", una frase que resume la preocupación por la sostenibilidad fiscal y la carga que se dejaría al próximo gobierno.

Por su parte, la candidata presidencial de Chile Vamos, Evelyn Matthei, ha aprovechado este escenario para denunciar indicios de postergación de pagos y falta de responsabilidad fiscal, sumando un componente político a una crisis que también es técnica.

En contraste, desde el oficialismo se ha intentado minimizar estas críticas, aunque la tensión es palpable. Rincón ha señalado que "la transparencia y precisión de estos antecedentes es fundamental para garantizar una planificación fiscal responsable" y ha cuestionado la falta de seriedad en la entrega de información, especialmente en el contexto de la crisis en el Serviu Metropolitano y la demora en la ejecución de proyectos públicos.

La disputa no se limita a cifras: pone en escena distintas visiones sobre el rol del Estado, la austeridad y la eficiencia del gasto. Para Rincón, ser austero no significa recortar a ciegas, sino reasignar inteligentemente recursos para priorizar seguridad, salud, vivienda y educación, al tiempo que se eliminan duplicidades y gastos de bajo impacto.

Desde la oposición y sectores empresariales, en tanto, se reclama mayor rigor fiscal y control del gasto, mientras que algunos sectores del oficialismo advierten que la austeridad no puede sacrificar las demandas sociales en un contexto de alta desigualdad y expectativas ciudadanas.

Esta controversia se enmarca además en un escenario político convulsionado, donde la senadora enfrenta cuestionamientos internos por su inhabilitación para la reelección y donde las candidaturas presidenciales buscan capitalizar la crisis presupuestaria para sus campañas.

“No podemos tramitar el presupuesto sin tener claridad de esas materias”, ha repetido Rincón, poniendo en jaque la tramitación legislativa y obligando a un debate más profundo sobre la sostenibilidad fiscal y la transparencia.

Verdades y consecuencias que hoy se pueden constatar son claras: la falta de datos precisos y la postergación de compromisos financieros generan incertidumbre sobre la capacidad del Estado para responder a sus obligaciones y a las demandas sociales. La política fiscal se ha convertido en un campo de batalla donde se dirimen no solo números, sino también legitimidad y confianza pública.

En definitiva, la batalla presupuestaria que protagoniza Ximena Rincón es más que un choque político: es un espejo que refleja las dificultades estructurales del país para conjugar responsabilidad fiscal, eficiencia estatal y justicia social. El desenlace de esta historia marcará, sin duda, el rumbo económico y político de Chile en los años venideros.