
Chile, 2025: Tras un año de tensas negociaciones y múltiples revisiones regulatorias internacionales, el acuerdo entre Codelco y SQM para explotar el litio en el Salar de Atacama recibió la aprobación definitiva del regulador antimonopolio chino, la State Administration for Market Regulation (SAMR), el pasado 14 de noviembre. Este hito pone fin a una incertidumbre que amenazaba la continuidad operativa y la posición estratégica del país en el mercado global del "oro blanco".
La luz verde china, sin embargo, no llegó sin contrapartidas. Entre las condiciones impuestas, el joint venture debe garantizar un suministro mínimo anual de carbonato de litio a clientes chinos durante los próximos diez años, bajo términos "justos, razonables y no discriminatorios". Además, se establecieron mecanismos para controlar precios, limitando el margen de negociación con otros mercados.
"Desde el punto de vista práctico, el amarre de volúmenes no es tan relevante hoy, porque el 92% del litio mundial termina en China, pero en cinco años la situación podría cambiar", explica Daniel Jiménez, socio de iLi Markets. Sin embargo, la sombra de acuerdos pasados con Minmetals, que ataron precios a niveles bajos y significaron pérdidas millonarias para Chile, genera inquietud. José Hofer, experto británico en baterías de litio, advierte que "aceptar precios bajos para más de 100 mil toneladas anuales es quemar una cantidad tremenda de dinero para el Estado".
En el plano político, la ministra de Minería, Aurora Williams, ha reconocido la limitación de información que maneja el gobierno frente a este acuerdo entre empresas globales, destacando el carácter reservado de la negociación y la necesidad de confiar en el gobierno corporativo de Codelco. "Nosotros, como gobierno, no tenemos más información que la prensa", afirmó, poniendo en evidencia la complejidad institucional y la autonomía empresarial en juego.
Desde la sociedad civil y sectores académicos, el acuerdo despierta opiniones encontradas. Un sondeo de Cadem refleja que un 67% de los informados lo considera positivo para Chile, valorando la continuidad y expansión de la producción. Sin embargo, analistas alertan sobre la dependencia creciente de China y la posible pérdida de autonomía estratégica en un mercado clave para la transición energética global.
El pacto, vigente retroactivamente desde enero de 2025, proyecta que Codelco recibirá utilidades proporcionales al 50% más una acción por la venta de 33.500 toneladas anuales de litio hasta 2030, con ingresos estimados entre US$ 60 y US$ 200 millones anuales según fluctuaciones de precios. Se espera que la producción agregada alcance entre 280 y 300 mil toneladas anuales desde 2031 hasta 2060, consolidando a Chile como actor global.
No obstante, el riesgo de que los precios definidos unilateralmente por China limiten los beneficios del Estado chileno sigue latente. La experiencia histórica con Minmetals, cuando Codelco firmó contratos que ataron precios bajos durante años, es un recordatorio de la vulnerabilidad ante grandes potencias económicas.
El acuerdo Codelco-SQM representa un avance significativo para Chile en la carrera por el litio, asegurando continuidad y expansión en un mercado estratégico para la electromovilidad y la transición energética. La aprobación internacional, especialmente la china, despeja un camino que parecía estancado y abre una nueva etapa operativa.
Sin embargo, la alianza también evidencia las complejidades de insertarse en un mercado globalizado dominado por China, con condiciones que podrían limitar la autonomía estratégica y el margen de maniobra de Chile. Las voces disonantes sobre soberanía, precios y dependencia son un llamado a la vigilancia y a la construcción de una gobernanza robusta que defienda el interés nacional.
Finalmente, queda pendiente la implementación efectiva del acuerdo, la aprobación de la Contraloría y la constitución formal de la nueva empresa, etapas que definirán si este pacto será un éxito económico y político o un nuevo capítulo de tensiones y desafíos para Chile en el siglo XXI.