Europa y la ofensiva israelí en Gaza: Macron impulsa un debate sobre sanciones específicas

Europa y la ofensiva israelí en Gaza: Macron impulsa un debate sobre sanciones específicas
Internacional
América Latina
2025-11-15
Fuentes
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- Tensión diplomática entre Israel y Europa por ofensiva en Gaza.

- Divergencia política sobre el alcance y consecuencias de la guerra.

- Impacto humanitario que redefine la credibilidad internacional de Israel.

En septiembre de 2025, la ofensiva militar israelí en Gaza alcanzó un punto crítico que encendió alarmas en Europa y en la comunidad internacional. El presidente francés Emmanuel Macron advirtió públicamente que, si Israel mantenía su operación bélica, Europa debería considerar sanciones específicas contra actores clave del Gobierno israelí. Esta declaración, realizada en una entrevista para una televisión israelí, no solo marcó un giro en la postura europea sino que también reavivó un debate sobre el equilibrio entre la seguridad y los derechos humanos en un conflicto que ya había cobrado miles de vidas civiles.

Desde entonces, el escenario diplomático se ha ido configurando como un verdadero coliseo donde se enfrentan visiones encontradas y tensiones profundas. Por un lado, el Gobierno israelí sostiene que la ofensiva busca desmantelar a Hamás y garantizar la seguridad nacional, un argumento que encuentra respaldo en sectores conservadores y en parte de la opinión pública internacional preocupada por el terrorismo.

Enfrentados a esta narrativa, actores políticos europeos, liderados por Francia, han planteado que el alto número de víctimas civiles —más de 65.000 palestinos, incluyendo 19.000 niños— ha erosionado la credibilidad de Israel y ha convertido la operación en un fracaso estratégico y moral. Macron mismo afirmó que esta situación está destruyendo la imagen internacional del Estado israelí y que la comunidad europea debe abrir un debate serio sobre la imposición de sanciones dirigidas a quienes apoyan los asentamientos y la escalada militar.

Esta postura ha sido recibida con críticas desde Israel y algunos sectores internacionales que argumentan que las sanciones podrían debilitar la posición de Israel frente a grupos armados y complicar una solución diplomática. Sin embargo, otros países europeos y organizaciones de derechos humanos han respaldado la necesidad de medidas más duras para frenar lo que califican como un ciclo de violencia que perpetúa el sufrimiento.

En Chile, la reacción ha sido igualmente diversa. Voces académicas y sociales han señalado la complejidad del conflicto y la importancia de analizarlo desde una perspectiva que considere tanto la seguridad como las consecuencias humanitarias. 'No podemos reducir esta tragedia a un relato unívoco; hay que entender las raíces históricas y las dinámicas políticas que alimentan esta guerra', comenta la académica de relaciones internacionales, María Fernanda Soto.

Por su parte, sectores políticos en Chile han mostrado una división que refleja la polarización global. Algunos parlamentarios han expresado solidaridad con Israel, enfatizando su derecho a defenderse, mientras que otros han condenado la ofensiva y llamado a la comunidad internacional a tomar medidas firmes.

Tras más de dos meses desde la advertencia de Macron, el debate europeo continúa sin resolverse plenamente. La Unión Europea no ha impuesto sanciones formales, pero sí ha aumentado la presión diplomática y ha reforzado el monitoreo de la situación humanitaria en Gaza. Paralelamente, la ofensiva ha generado un aumento en la movilización social y en la discusión pública sobre los límites éticos de la guerra y la responsabilidad internacional.

En definitiva, esta crisis ha evidenciado una verdad incómoda: la ofensiva militar en Gaza ha profundizado la fractura en la política internacional y ha puesto en jaque la credibilidad de Israel ante el mundo, al tiempo que ha mostrado la incapacidad de la comunidad global para detener un conflicto que parece no tener fin. La advertencia de Macron y la respuesta europea son un reflejo de la tensión entre la realpolitik y la defensa de los derechos humanos, una disonancia que seguirá marcando el escenario internacional en los meses venideros.