Venezuela despliega maniobras militares en el Caribe ante amenazas de EE.UU.: Una región al borde del conflicto abierto

Venezuela despliega maniobras militares en el Caribe ante amenazas de EE.UU.: Una región al borde del conflicto abierto
Internacional
América Latina
2025-11-15
Fuentes
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- Movilización masiva de 200.000 militares venezolanos en ejercicios en el Caribe.

- Bombardeos estadounidenses con 69 muertos y controversias legales.

- Chile y otros países llaman a la paz, mientras la tensión se profundiza regionalmente.

El Caribe como escenario de una nueva escalada militar. Desde septiembre de 2025, Venezuela inició las maniobras "Caribe Soberano 200", movilizando alrededor de 200.000 efectivos militares y desplegando medios aéreos, marítimos y terrestres. Esta respuesta, ordenada por Nicolás Maduro, se enmarca en la creciente tensión con Estados Unidos, que ha intensificado sus operaciones en la región, incluyendo bombardeos a embarcaciones sospechosas de narcotráfico, con un saldo confirmado de 69 personas fallecidas hasta noviembre.

El Gobierno venezolano y su narrativa de defensa y denuncia. Desde Caracas, el ministro de Defensa Vladimir Padrino López y el ministro del Interior Diosdado Cabello han denunciado las acciones estadounidenses como amenazas directas y operaciones encubiertas. "Ante la amenaza, una respuesta contundente", afirmó Padrino López, mientras Cabello calificó los bombardeos como parte de una "operación de falsa bandera" atribuida a la DEA. La narrativa chavista sostiene que estas maniobras buscan defender la soberanía y la integridad territorial frente a lo que consideran una agresión injustificada.

Estados Unidos y la controvertida estrategia de seguridad regional. Por su parte, Washington ha justificado sus ataques contra embarcaciones en el Caribe bajo la lucha contra el narcotráfico y la seguridad nacional, aunque congresistas estadounidenses han cuestionado la legalidad de estas acciones, señalando la ausencia de base jurídica para bombardear barcos no identificados como objetivos militares. Esta disonancia interna en EE.UU. añade complejidad al conflicto y limita la claridad sobre los próximos pasos de la administración estadounidense.

Chile y la voz regional que llama a la calma. En este contexto, el Gobierno chileno emitió un comunicado oficial el 12 de noviembre, expresando "profunda preocupación" por las operaciones militares en el Caribe y rechazando "toda acción armada que ponga en riesgo la estabilidad y la paz en nuestra región". La Cancillería chilena reafirmó el compromiso con el derecho internacional, la soberanía y la solución pacífica de controversias, subrayando además la necesidad de una cooperación regional fortalecida contra el crimen organizado transnacional.

Perspectivas encontradas que reflejan la fractura regional. Mientras Venezuela se posiciona en defensa de su soberanía y denuncia una agresión externa, Estados Unidos insiste en su estrategia de seguridad y control del narcotráfico, con el respaldo de sectores políticos propios pero cuestionado por otros. Países como Chile, y organizaciones multilaterales, llaman a evitar la escalada bélica y a privilegiar el diálogo, aunque reconocen la dificultad de contener un conflicto que ya ha cobrado vidas y tensado la estabilidad regional.

Consecuencias visibles y lecciones a mediano plazo. La movilización militar masiva y los bombardeos en el Caribe han demostrado que la región está en una encrucijada: la militarización y la confrontación directa pueden desencadenar un conflicto mayor con impactos humanitarios y políticos graves. La llamada de Chile y otros actores a mantener América Latina y el Caribe como zonas de paz es un recordatorio de que la seguridad no solo depende del despliegue de fuerzas, sino de la construcción de confianza y cooperación multinacional.

Este episodio también revela la complejidad de la lucha contra el narcotráfico cuando se mezcla con intereses geopolíticos, y cómo la ausencia de canales diplomáticos efectivos puede derivar en tragedias evitables. La tensión entre soberanía nacional y seguridad hemisférica seguirá siendo un desafío para la región en los próximos meses.

En definitiva, la historia que parecía un simple enfrentamiento militar en el Caribe ha madurado en un drama regional de múltiples actores, narrativas contrapuestas y riesgos crecientes, cuya resolución aún está por escribirse.