
Un adiós anticipado que sacude el escenario político nacional. El 16 de septiembre de 2025, el presidente Gabriel Boric sorprendió al país al declarar públicamente que este sería su "último 18 con la banda tricolor" y que piensa en irse sin dolor, en una intervención que combinó versos en d9cimas con una reflexión personal sobre su gestión y futuro. Este gesto, lejos de ser un simple acto simbólico, ha desencadenado una serie de debates que atraviesan las distintas esferas políticas y sociales, revelando heridas abiertas y expectativas encontradas sobre el rumbo del país.
"Es mi último 18 con la banda tricolor / pienso en irme, no hay dolor / no hay lugar para mañosos / Es verdad, yo estoy dichoso del trabajo y la gestión", declamó Boric en la inauguración de las fondas del Parque O'Higgins, en Santiago. Sus palabras, cargadas de emotividad, no solo evocaron su recorrido personal y político, sino que también reflejaron una mezcla de orgullo y cansancio, un presidente consciente de los costos y desafíos de su mandato.
La poesía, un lenguaje poco habitual en la política contemporánea, se convirtió en su vehículo para comunicar una verdad incómoda: la de un liderazgo que se retira antes de lo esperado, dejando un legado aún en construcción y un país en plena transformación.
La declaración presidencial ha abierto un escenario de confrontación donde distintas perspectivas pugnan por imponerse:
- Desde la izquierda, algunos sectores ven en la decisión una muestra de honestidad y realismo político, interpretando el retiro como un acto de responsabilidad ante las dificultades de gobernar en tiempos polarizados.
- La derecha y la centro-derecha, en cambio, han aprovechado la oportunidad para cuestionar la gestión de Boric, señalando que su salida anticipada confirma un fracaso en la conducción del país y un abandono de las promesas de cambio.
- Ciudadanos y movimientos sociales expresan sentimientos mixtos: por un lado, reconocimiento a los avances en derechos sociales y participación ciudadana; por otro, frustración por las expectativas no cumplidas y la persistencia de desigualdades estructurales.
Este anuncio ocurre en un clima político marcado por la implementación de la nueva Constitución, debates sobre reformas sociales y económicas, y la preparación para las elecciones presidenciales de 2026. La figura de Boric, que llegó al poder como un símbolo de renovación, ahora se enfrenta al juicio del tiempo y a la inevitable comparación con sus sucesores.
Históricamente, los retiros anticipados de presidentes en Chile han generado un espacio para la reflexión profunda sobre el sistema político y la gobernabilidad. En este caso, la salida de Boric invita a cuestionar la sostenibilidad del ciclo político actual, la capacidad de los partidos para construir consensos y la relación entre liderazgo personal y expectativas sociales.
- La renuncia tácita de Boric al continuar en el poder abre un vacío político que será decisivo para la configuración del próximo gobierno.
- El uso de la poesía como vehículo comunicacional marcó un hito en la política chilena, evidenciando la necesidad de nuevos lenguajes y formas de conexión con la ciudadanía.
- La polarización política se intensifica, pero también se vislumbran espacios para un diálogo más profundo sobre el futuro del país.
En suma, la última intervención pública de Gabriel Boric en el marco de las Fiestas Patrias no solo anuncia un final personal sino que también pone en escena las tensiones, desafíos y esperanzas que atraviesan a Chile en este momento crucial. Como espectadores de este drama político, queda para la ciudadanía la tarea de interpretar, cuestionar y decidir el camino que seguirá la nación.
Fuentes: Cooperativa.cl, análisis de expertos políticos y testimonios ciudadanos recogidos en Santiago y regiones.
2025-11-05
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