La Silla Eléctrica de la Reserva Federal: Anatomía del Choque entre Trump y la Autonomía Monetaria

La Silla Eléctrica de la Reserva Federal: Anatomía del Choque entre Trump y la Autonomía Monetaria
2025-07-09

- Presión política vs. autonomía técnica: Un análisis del conflicto sostenido entre Donald Trump y la Reserva Federal, que ha puesto a prueba los límites institucionales de Estados Unidos.

- De la retórica a la incertidumbre: La escalada de críticas presidenciales, desde peticiones de baja de tasas hasta amenazas de destitución, generó volatilidad en los mercados globales y repercusiones en la economía chilena.

- El contraataque de Powell: La Reserva Federal no solo resistió la presión, sino que argumentó que las propias políticas arancelarias de Trump eran un obstáculo para una política monetaria más expansiva.

El tablero de ajedrez económico

Lo que comenzó hace más de dos meses como una serie de críticas en redes sociales, ha madurado hasta convertirse en un capítulo fundamental sobre los contrapesos de poder en la economía más grande del mundo. La ofensiva del presidente Donald Trump contra la Reserva Federal (Fed) y su presidente, Jerome Powell, dejó de ser un ruido pasajero para transformarse en un caso de estudio sobre la tensión entre el poder político cortoplacista y la autonomía técnica de un banco central. A meses de los primeros ataques, las consecuencias de este choque son visibles no solo en los pasillos de Washington, sino también en la fluctuación de los mercados internacionales y, por extensión, en indicadores tan locales como el precio del dólar en Chile.

Desarrollo de una confrontación anunciada

La cronología del conflicto revela una escalada calculada. En abril, Trump exigió públicamente el despido de Powell, a quien él mismo nominó, calificando sus informes de “completo desastre” por no bajar las tasas de interés para estimular la economía. La retórica no se detuvo ahí. A lo largo de junio, los epítetos escalaron a “tonto”, “estúpido” y “destructivo”, acusando a la junta de la Fed de ser “cómplice” de una política monetaria que, según el mandatario, le costaba miles de millones de dólares a Estados Unidos. El argumento presidencial era simple y directo: si el Banco Central Europeo (BCE) recortaba las tasas, ¿por qué la Fed no hacía lo mismo para ganar la “guerra comercial”?

Esta presión generó una incertidumbre inmediata. Como reportaron medios chilenos, el 21 de abril el dólar experimentó una caída significativa en el país, llegando a los $958, una reacción directa del mercado al temor de que la independencia de la Fed fuera vulnerada. Analistas locales como Ignacio Mieres de XTB Latam y Felipe Sepúlveda de Admirals vincularon directamente la volatilidad del peso chileno con las “amenazas directas de destituir” a Powell, demostrando cómo una disputa institucional en Washington tiene ecos directos en la economía nacional.

Perspectivas en colisión: el político, el técnico y el mercado

El conflicto expone tres lógicas irreconciliables:

  1. La perspectiva política de Trump: Su objetivo era claro: una economía sobrecalentada que fortaleciera sus argumentos en un contexto de tensiones comerciales y objetivos electorales. Para él, la Fed era un obstáculo burocrático que no respondía a sus necesidades políticas inmediatas. Su estrategia consistió en crear un chivo expiatorio en caso de una desaceleración económica, culpando a Powell en lugar de a sus propias políticas arancelarias.
  1. La perspectiva institucional de Powell: Jerome Powell, por su parte, encarnó la defensa de un principio fundamental: la independencia del banco central. En sus comparecencias ante el Congreso y en foros internacionales, como el del BCE en Sintra, Portugal, Powell se mantuvo firme. Su argumento era técnico: la Fed toma decisiones basadas en datos para cumplir su doble mandato de controlar la inflación y maximizar el empleo, no para satisfacer los deseos del gobierno de turno. En un giro notable, a principios de julio, Powell pasó a la ofensiva, declarando que las tasas de interés probablemente estarían más bajas si no fuera por la incertidumbre económica generada por los propios aranceles de Trump. Con esto, devolvió la responsabilidad directamente a la Casa Blanca.
  1. La perspectiva del mercado: Los inversionistas reaccionaron con nerviosismo. La independencia de la Fed es un pilar de la confianza en el dólar y en la estabilidad económica de EE.UU. Los ataques de Trump, según análisis del Diario Financiero, provocaron caídas inusuales y simultáneas en el dólar, los bonos y las acciones. El mercado no valora la incertidumbre, y la posibilidad de que la política monetaria fuera dictada por impulsos políticos fue vista como un riesgo sistémico.

El contexto histórico: ¿por qué importa la autonomía de un banco central?

Este enfrentamiento no es una anécdota, sino una prueba de fuego para una estructura económica diseñada tras décadas de crisis. La independencia de los bancos centrales se consolidó globalmente para evitar que los gobiernos de turno imprimieran dinero para financiar sus gastos o estimular artificialmente la economía, lo que históricamente ha conducido a espirales inflacionarias destructivas. La insistencia de Powell en su autonomía no es solo una defensa personal o corporativa, sino la protección de un dique institucional que separa las decisiones técnicas de las presiones políticas.

Estado actual: un pulso sin resolver

Al día de hoy, el conflicto se encuentra en un tenso punto muerto. Donald Trump no ha cesado en sus críticas, manteniendo la presión pública. Jerome Powell, respaldado por la estructura legal de la Reserva Federal y un consenso mayoritario en el mundo económico, sigue al mando, decidido a completar su mandato. La “silla eléctrica” de la Fed, como se ha descrito a su presidencia, sigue ocupada por un técnico que se niega a ceder ante el poder político. El resultado de este pulso definirá no solo el futuro de la política monetaria estadounidense, sino también la fortaleza de sus instituciones frente a los embates del populismo.

La historia expone la tensión fundamental entre el poder político y la autonomía de las instituciones económicas. Permite analizar cómo la retórica de un líder puede impactar los mercados financieros globales y abre un debate sobre los límites y la importancia de la independencia de un banco central en una democracia moderna. Su evolución a lo largo de varios meses ofrece un caso de estudio completo sobre gobernanza, presión política y resiliencia institucional.