
Un informe de Naciones Unidas publicado en septiembre de 2025 ha confirmado lo que muchos observadores temían: Israel está cometiendo actos genocidas contra la población palestina en Gaza desde octubre de 2023. Tras un análisis detallado de hechos, declaraciones y patrones de conducta, la Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre el Territorio Palestino Ocupado concluyó que cuatro de los cinco actos genocidas definidos por el derecho internacional se han llevado a cabo, con una intención específica de destruir parcial o totalmente al grupo palestino.
El conflicto se desató tras el ataque de Hamas en octubre de 2023, que causó la muerte de 1.200 israelíes y la toma de 251 rehenes, desencadenando una respuesta militar israelí masiva y prolongada en Gaza. Desde entonces, más de 64.900 palestinos han muerto, y la infraestructura civil, sanitaria y social de Gaza ha quedado devastada. La Comisión de la ONU, establecida en 2021 para investigar violaciones de derechos humanos en el territorio ocupado, tardó dos años en recopilar y verificar evidencia suficiente para emitir un dictamen que ahora sacude la arena internacional.
"Se está produciendo un genocidio en Gaza", sentenció Navi Pillay, presidenta de la comisión y exjefa de derechos humanos de la ONU. Sus declaraciones se basan en un patrón de ataques sistemáticos que incluyen asesinatos masivos, bloqueos de ayuda humanitaria, desplazamientos forzados y destrucción de infraestructuras vitales, con un discurso público de líderes israelíes que alienta la violencia indiscriminada.
Por otro lado, el gobierno israelí ha rechazado categóricamente el informe, tildándolo de 'distorsionado y falso', acusando a la comisión de parcialidad y de basarse en informaciones proporcionadas por Hamas. Israel sostiene que su objetivo es exclusivamente desmantelar las capacidades militares de Hamas, operando conforme al derecho internacional y tomando medidas para minimizar daños a civiles.
Desde una mirada política israelí, las declaraciones de Netanyahu, Herzog y Gallant, citadas en el informe, reflejan una retórica bélica que ha sido interpretada por la comisión como incitación a genocidio. Para la comunidad palestina y numerosos organismos internacionales de derechos humanos, la situación en Gaza representa una tragedia humanitaria y un crimen de lesa humanidad en curso.
A nivel internacional, el caso ha provocado un debate intenso: algunos países y organizaciones exigen acciones urgentes para detener el genocidio y sancionar a los responsables, mientras que otros mantienen una postura más cautelosa, temerosos de desestabilizar aún más la región o de implicarse en un conflicto que se ha extendido ya por casi dos años.
La comisión no solo señala a Israel sino que recuerda que, según la Convención de la ONU sobre el Genocidio, todos los Estados tienen la obligación inmediata de prevenir y castigar estos crímenes. La falta de acción internacional podría implicar complicidad, advierte el informe.
Actualmente, la Corte Internacional de Justicia evalúa un caso presentado por Sudáfrica que acusa a Israel de genocidio, mientras que Israel rechaza las acusaciones como infundadas.
La tragedia que se desarrolla en Gaza no es solo un enfrentamiento militar, sino un choque de narrativas, responsabilidades y derechos. La verdad, en este caso, es un mosaico doloroso que obliga a la comunidad global a mirar más allá de la inmediatez y a confrontar la complejidad ética y legal de un conflicto que ha dejado heridas profundas y consecuencias que aún están por resolverse.
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Fuentes: Informe de la Comisión Internacional Independiente de la ONU (2025), declaraciones oficiales del gobierno israelí, análisis de organismos de derechos humanos y cobertura de BBC News Mundo.