
Un giro inesperado en la carrera presidencial chilena se evidenció tras el primer debate televisado el 11 de septiembre de 2025. José Antonio Kast, hasta entonces líder sólido en las encuestas, sufrió una caída de tres puntos porcentuales, bajando del 27% al 24% en intención de voto, según el Panel Ciudadano UDD publicado el 13 de septiembre. Este descenso lo convirtió en el gran perdedor del debate, mientras que Jeannette Jara mantuvo sus números y alcanzó el 24%, igualando a Kast en la cima del electorado.
Desde el oficialismo y sectores progresistas, la estabilidad de Jara se interpreta como una señal de que su mensaje está calando en un electorado que busca alternativas más allá de las opciones tradicionales. “La candidata ha logrado consolidar un espacio político que, aunque aún minoritario, crece en confianza y credibilidad”, señala un analista cercano a Unidad por Chile.
Por su parte, el entorno de Kast atribuye la caída a un debate adverso y a una campaña que debe reajustar su estrategia comunicacional. “Los debates siempre generan movimientos, pero la base electoral de Kast sigue firme y comprometida”, aseguran desde el Partido Republicano.
A la distancia, el efecto del debate también se reflejó en la tercera posición, donde Evelyn Matthei descendió dos puntos, quedando en 16%. Mientras tanto, Johannes Kaiser subió cuatro puntos, consolidándose como una opción emergente con un 10%.
Escenarios de segunda vuelta revelan que, aunque Jara no lograría superar a Kast ni a Matthei, ha reducido la brecha con ambos rivales. En un eventual enfrentamiento con Kast, Jara pasaría del 30% al 33%, mientras que Kast bajaría del 48% al 46%. Frente a Matthei, Jara avanzaría del 29% al 31%, con Matthei cayendo del 47% al 43%.
En regiones tradicionales del norte y centro, la caída de Kast ha generado desconcierto entre sus simpatizantes, quienes expresan preocupación por la pérdida de terreno y la necesidad de mayor presencia territorial. En contraste, sectores urbanos y jóvenes manifiestan un renovado interés por Jara, vinculando su campaña a temas de justicia social y cambio estructural.
El debate presidencial del 11 de septiembre se consolidó como un punto de inflexión en la campaña presidencial de 2025. La caída de Kast, aunque no definitiva, evidencia los límites de su estrategia y la volatilidad del electorado. La estabilidad y leve avance de Jara reflejan un escenario más competitivo y fragmentado, que podría traducirse en una segunda vuelta más incierta de lo previsto.
Este reacomodo obliga a todos los actores a repensar sus tácticas y mensajes, en un clima político donde la polarización y la búsqueda de consenso se enfrentan en un escenario cada vez más dinámico y desafiante.
La próxima etapa de la campaña será crucial para confirmar si estas tendencias se consolidan o si nuevos actores emergen, en un proceso electoral que promete mantener la atención más allá de la inmediatez, invitando a un análisis profundo y a la reflexión ciudadana sobre el futuro político de Chile.
2025-11-11