El Laboratorio de Noboa: Anatomía de la Guerra contra el Narco en Ecuador y su Espejo Latinoamericano

El Laboratorio de Noboa: Anatomía de la Guerra contra el Narco en Ecuador y su Espejo Latinoamericano
2025-07-10

- Reelección y mano dura: El triunfo de Daniel Noboa se cimentó en una promesa de seguridad y un fuerte sentimiento anti-correísta, validando su estrategia de "conflicto armado interno".

- Resultados ambivalentes: La recaptura del capo "Fito" representa una victoria simbólica, pero la violencia estructural persiste en medio de una economía en recesión y crecientes tensiones sociales.

- Espejo regional: La crisis ecuatoriana, con sus costos diplomáticos (caso México) y debates sobre derechos humanos, se ha convertido en un caso de estudio para países como Chile, que enfrentan el avance del crimen organizado.

Inicio Contextualizado: La Calma Después de la Victoria

A más de dos meses de su contundente reelección, el presidente ecuatoriano Daniel Noboa navega un escenario complejo. La euforia de la victoria, que validó en las urnas su política de "mano dura" contra el crimen organizado, ha dado paso a la cruda realidad de gobernar un país aún asediado por la violencia y una economía en recesión. La reciente y cinematográfica recaptura de Adolfo Macías, alias "Fito", el narcotraficante más buscado del país, sirvió como un potente recordatorio del eje central de su gobierno: una guerra sin cuartel que, si bien genera victorias simbólicas, aún no resuelve las causas profundas de la crisis.

Desarrollo Analítico: Del "Conflicto Armado Interno" a los Resultados Visibles

La estrategia de Noboa se forjó a principios de 2024, cuando la fuga de "Fito" de una cárcel de Guayaquil desató una ola de terror que incluyó motines carcelarios, secuestros de guardias y la toma en vivo de un canal de televisión. La respuesta del mandatario fue declarar el "conflicto armado interno", desplegando al ejército en las calles y prisiones, y catalogando a 22 bandas como organizaciones terroristas.

Esta política le granjeó un masivo apoyo popular, que se tradujo en su reelección en abril de 2025 con más del 55% de los votos, capitalizando el rechazo a la figura del expresidente Rafael Correa. Sin embargo, los resultados son un mosaico de contrastes. Por un lado, golpes de efecto como la recaptura de "Fito" en un búnker en Manta y la condena por corrupción contra el exvicepresidente Jorge Glas proyectan una imagen de Estado recuperando el control. Por otro, las cifras de homicidios, aunque con leves descensos respecto al peak de 2023, siguen siendo de las más altas de la región, y la economía, principal preocupación ciudadana por sobre la inseguridad, se contrajo en 2024, con un desempleo y una informalidad laboral que superan el 50%.

Perspectivas Contrastadas: El Dilema entre Seguridad y Democracia

El "laboratorio Noboa" es observado con atención y divergencia desde el exterior. Mientras figuras como el expresidente estadounidense Donald Trump elogiaron su victoria como un triunfo de la firmeza, líderes regionales como el presidente colombiano Gustavo Petro cuestionaron la legitimidad de un proceso electoral desarrollado bajo estado de excepción y con fuerte presencia militar, argumentando que "no hay elecciones libres bajo estado de sitio".

Esta tensión se magnificó con el asalto a la embajada de México en Quito para capturar a Jorge Glas. El gobierno ecuatoriano defendió la acción como un acto de soberanía contra la impunidad, pero la comunidad internacional, casi en su totalidad, la condenó como una violación flagrante del derecho internacional. Este episodio demostró que la política de Noboa, si bien popular internamente, tiene altos costos diplomáticos y abre un debate sobre los límites del poder estatal en nombre de la seguridad.

Dentro de Ecuador, las voces críticas, aunque minoritarias, advierten sobre el riesgo de la militarización de la sociedad y posibles violaciones a los derechos humanos, un debate que resuena con fuerza en países como Chile, que también discuten el rol de las Fuerzas Armadas en la seguridad interior.

Contexto Estructural: De Isla de Paz a Epicentro del Narco

La crisis ecuatoriana no es un evento aislado. Hace menos de una década, el país ostentaba una de las tasas de homicidio más bajas de la región. Su transformación en un centro logístico para los cárteles mexicanos y albaneses se explica por una combinación de factores: una economía dolarizada atractiva para el lavado de dinero, instituciones estatales debilitadas por la corrupción y su ubicación geográfica estratégica entre los mayores productores de cocaína, Colombia y Perú. La desmovilización de las FARC en Colombia atomizó el control territorial, permitiendo que bandas como Los Choneros (liderada por "Fito") y sus rivales Los Lobos escalaran en poder y violencia, disputando rutas y puertos.

Estado Actual: Una Guerra en Pleno Desarrollo

Ecuador se encuentra en una encrucijada. La estrategia de "mano dura" ha demostrado ser eficaz para desarticular cabezas visibles del crimen y generar un respaldo ciudadano crucial para la gobernabilidad. No obstante, la recaptura de "Fito" y la condena de Glas son victorias en batallas, no necesariamente en la guerra. El conflicto sigue abierto, y el desafío para el segundo mandato de Noboa será trascender los golpes de efecto para abordar las condiciones estructurales —pobreza, desigualdad y corrupción— que alimentan al narcotráfico. Para Chile y el resto de la región, el experimento ecuatoriano es un espejo ineludible que obliga a reflexionar sobre la complejidad de la lucha contra el crimen organizado y el delicado equilibrio entre la seguridad, la economía y las libertades democráticas.

La historia ofrece un caso de estudio convincente sobre el auge de las políticas de seguridad de mano dura en América Latina como respuesta a la escalada del crimen organizado. Permite un análisis profundo de la compleja interacción entre legitimidad política, capacidad estatal, derechos humanos y relaciones internacionales. El arco narrativo, desde una promesa electoral presidencial hasta un conflicto interno en toda regla y operaciones criminales de alto perfil, proporciona una secuencia de eventos completa y madura para examinar causas, estrategias y consecuencias tempranas, fomentando la reflexión crítica sobre un problema regional apremiante.