
Marco Enríquez-Ominami (ME-O) irrumpió en el debate presidencial de septiembre 2025 con una mezcla de provocación y desafío que aún reverbera en la arena política chilena. Con apenas un 1% en las encuestas, ME-O no solo cuestionó a sus adversarios de derecha, sino que lanzó críticas duras a la candidata progresista Jeannette Jara, a quien calificó de arrogante y ausente en momentos clave. Su discurso no fue solo un reproche, sino una declaración de independencia y libertad política que, según él, incomoda tanto a la derecha como a la izquierda tradicional.
### El debate que dejó heridas abiertas
El primer debate presidencial televisivo de septiembre fue escenario de tensiones palpables. ME-O, veterano en contiendas presidenciales, se mostró combativo y directo. “La encontré arrogante, un poco agresiva y amurrada”, dijo sobre Jara, acusándola de evitar enfrentamientos y de rehúir su responsabilidad democrática. Para ME-O, Jara representa un ala de la izquierda que se ha acomodado al statu quo y que rehúye la crítica interna.
Por otro lado, Jara y sectores del oficialismo han respondido que estas acusaciones buscan dividir la coalición y distraer la atención de los problemas de fondo. Desde su perspectiva, ME-O estaría intentando ganar protagonismo a costa de la unidad de la izquierda, en un momento en que esta enfrenta desafíos electorales y de legitimidad.
### Perspectivas enfrentadas sobre el liderazgo y la izquierda
ME-O plantea que la izquierda oficialista, representada en Jara, no tiene un diagnóstico sólido y que su propuesta es una continuidad de un gobierno que bloqueó la economía y no cumplió promesas. “Jara quiere cuatro años más de un gobierno desastroso que bloqueó la economía y que no tiene nada que mostrar”, afirmó.
Desde la vereda opuesta, la crítica se centra en que ME-O representa una fragmentación innecesaria y que su baja intención de voto refleja una desconexión con las prioridades actuales de los votantes progresistas. Algunos analistas señalan que esta disputa refleja una tensión histórica en la izquierda chilena entre pragmatismo y radicalismo, pero también una lucha por el liderazgo y la definición ideológica.
### La libertad como bandera y el desafío de la transversalidad
Más allá de las críticas, ME-O se presenta como un candidato libre de ataduras partidistas, con un discurso que combina un mayor rol del Estado con un respeto al mercado. “Soy el político más libre que usted conozca, y eso es lo que no está soportando la clase política”, afirmó en la entrevista post debate.
Su visión incluye la construcción de un gobierno transversal, con acuerdos amplios que incluyan sectores de derecha liberal y diversas fuerzas políticas, en un escenario de doble legitimidad parlamentaria que obliga a pactos para gobernar. Esta propuesta, aunque ambiciosa, enfrenta el escepticismo de quienes ven difícil la convivencia entre sectores tan disímiles.
### Voces ciudadanas y el impacto regional
En regiones, la figura de ME-O genera opiniones divididas. Algunos sectores valoran su discurso de independencia y su crítica a la política tradicional, mientras otros lo perciben como un outsider sin capacidad real de liderazgo. En paralelo, la percepción sobre Jara es más favorable en ciertos territorios donde su gestión ministerial ha tenido impacto, aunque su imagen se ha visto afectada por la polémica del debate.
### Constataciones y consecuencias
Tras semanas de tensión, queda claro que la disputa entre ME-O y Jara no es solo un choque personal sino una expresión de las fracturas internas de la izquierda chilena en esta elección presidencial. La libertad política que proclama ME-O evidencia una demanda ciudadana por liderazgos menos atados a las estructuras tradicionales, aunque también expone riesgos de fragmentación y dispersión del voto progresista.
El desafío para la izquierda será encontrar un equilibrio entre pluralidad y unidad, y para el electorado, discernir entre discursos confrontacionales y propuestas concretas. En este escenario, la política chilena se encuentra en una encrucijada que definirá no solo quién gobernará, sino cómo se entenderá y construirá la democracia en los próximos años.
Fuentes: Diario Financiero (entrevista ME-O post debate, septiembre 2025), análisis políticos regionales, declaraciones públicas de candidatos y coaliciones.