Venezuela intensifica su lucha contra el narcotráfico: ¿Defensa legítima o estrategia política?

Venezuela intensifica su lucha contra el narcotráfico: ¿Defensa legítima o estrategia política?
Internacional
América Latina
2025-11-16
Fuentes
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- Despliegue militar masivo en fronteras venezolanas para combatir el narcotráfico.

- Narrativas contrapuestas entre el gobierno de Maduro y Estados Unidos.

- Tensiones diplomáticas que reflejan una pugna regional con implicancias políticas y sociales.

En septiembre de 2025, el gobierno venezolano lanzó una operación militar sin precedentes, desplegando 25.000 soldados en zonas fronterizas y costeras para reforzar la lucha contra el narcotráfico. Esta ofensiva, presentada como un esfuerzo por verificar la inexistencia de cultivos ilícitos y bloquear rutas de tráfico, ha sido acompañada por una campaña nacionalista que apela a la defensa de la soberanía y la dignidad del país.

Desde el poder, Nicolás Maduro y sus ministros han insistido en que Venezuela no es un territorio productor ni distribuidor de drogas, negando la existencia del llamado "Cartel de los Soles". "No hay ni un centímetro cuadrado de cultivo ilícito en nuestro país", afirmó la vicepresidenta Delcy Rodríguez, quien además denunció la hipocresía de Estados Unidos, señalando que gran parte de las ganancias del narcotráfico permanecen en su sistema financiero.

Por otro lado, la oposición venezolana y diversos organismos internacionales han cuestionado la transparencia del régimen y han señalado que la lucha contra las drogas ha servido como pretexto para reforzar el control militar y político, en un contexto de creciente aislamiento diplomático y sanciones.

Desde Washington, la administración estadounidense ha mantenido una postura ambigua pero firme, denunciando un uso político de la crisis y señalando que las operaciones venezolanas no han logrado desmantelar las redes de tráfico que afectan a la región. Altos funcionarios, como el secretario de Estado Marco Rubio, han emitido advertencias veladas que alimentan la incertidumbre sobre posibles nuevas tensiones.

Las voces ciudadanas en la región fronteriza reflejan una realidad compleja: mientras algunos habitantes apoyan las medidas del gobierno como defensa ante amenazas externas, otros denuncian que el despliegue militar ha exacerbado la inseguridad y afectado la vida cotidiana, con reportes de abusos y restricciones.

Este episodio se inscribe en un entramado más amplio de confrontaciones políticas y geoestratégicas en América Latina, donde la lucha contra el narcotráfico se entrelaza con la disputa por legitimidad y poder. La narrativa oficial venezolana, reforzada por la movilización de milicias y la propaganda estatal, busca consolidar un relato de resistencia frente a una supuesta agresión extranjera.

En definitiva, la ofensiva venezolana contra el narcotráfico revela una tragedia en múltiples frentes: la persistencia del problema de las drogas en la región, la instrumentalización política de la seguridad nacional y la tensión creciente entre actores internos y externos. La realidad comprobada hasta ahora muestra un aumento de la militarización y un estancamiento en la reducción efectiva del tráfico ilícito. La historia, como dijo Diosdado Cabello, "será contada por los vencedores", pero para quienes observan desde fuera, los costos sociales y políticos de esta confrontación aún están lejos de resolverse.