Candidatos presidenciales y sus líderes internacionales preferidos: Un reflejo de las tensiones ideológicas en campaña

Candidatos presidenciales y sus líderes internacionales preferidos: Un reflejo de las tensiones ideológicas en campaña
Actualidad
Política
2025-11-16
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- Cuatro candidatos revelan sus referentes internacionales en un debate presidencial.

- Las preferencias reflejan polarización ideológica y estrategias discursivas.

- Surgen voces con identificaciones inesperadas que agitan el tablero político.

En un escenario donde las campañas presidenciales suelen ser un campo de batalla de ideas y símbolos, la reciente revelación de los líderes internacionales con los que se identifican los candidatos chilenos ha aportado una nueva dimensión a la contienda electoral.

El 10 de septiembre de 2025, durante un debate organizado por Chilevisión, ocho candidatos presidenciales fueron interpelados sobre qué mandatarios actuales consideraban sus referentes. La pregunta, aparentemente sencilla, se convirtió en un desafío que solo cuatro lograron responder con nombres concretos, mientras que otros optaron por respuestas evasivas o ideológicamente complejas.

El reflejo de las identidades políticas

José Antonio Kast, del Partido Republicano, mencionó a la primera ministra italiana Giorgia Meloni como su líder internacional preferido. Esta elección no solo reafirma su alineamiento con la derecha conservadora europea, sino que también subraya su apuesta por un liderazgo nacionalista y de corte tradicionalista.

En contraste, Jeannette Jara, la carta oficialista, destacó a Claudia Sheinbaum, presidenta de México, por su capacidad de diálogo en un país latinoamericano de relevancia. Su referencia apunta a un liderazgo pragmático y regional, que busca consolidar alianzas dentro del bloque latinoamericano.

Evelyn Matthei, candidata de Chile Vamos, se inclinó por Mark Carney, ex primer ministro canadiense, enfatizando el valor de la estabilidad y la gestión económica. Su elección refleja un enfoque moderado y tecnocrático, buscando atraer a sectores centristas.

En un giro hacia la izquierda, Marco Enríquez-Ominami, independiente, declaró como modelo al presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva. Su identificación con Lula señala un compromiso con políticas sociales y un liderazgo carismático que ha marcado la región.

Voces disonantes y estrategias discursivas

No todos los candidatos respondieron con nombres actuales o convencionales. Harold Mayne-Nicholls, ex presidente del fútbol chileno, mencionó a Nelson Mandela, un símbolo histórico más que un líder vigente. Su defensa frente a críticas subrayó la importancia de figuras filosóficas y éticas en la política contemporánea.

Johannes Kaiser, del Partido Social Cristiano, sorprendió al nombrar a Henry Kissinger y Ronald Reagan, figuras polémicas vinculadas a la historia chilena reciente. Esta elección provoca inevitablemente debates sobre memoria histórica y posicionamiento ideológico extremo.

Eduardo Artés, del Partido Comunista (Acción Proletaria), optó por un enfoque global y plural, señalando a todos los presidentes de los BRICS como referentes. Su respuesta amplía el espectro hacia un bloque emergente que desafía la hegemonía occidental.

Finalmente, Franco Parisi evitó comprometerse con algún líder específico, alegando la necesidad de entenderse con todos. Esta postura pragmática puede interpretarse como una estrategia para no alienar a ningún sector del electorado.

Consecuencias y reflexiones finales

Este episodio, aparentemente anecdótico, expone tensiones profundas en el escenario político chileno. La identificación con líderes internacionales no es solo un acto simbólico, sino un reflejo de las alianzas ideológicas, aspiraciones y narrativas que cada candidatura desea proyectar.

Como señala el análisis de Cooperativa, "solo cuatro postulantes cumplieron con nombrar a mandatarios actuales", lo que revela la dificultad de situarse en un mundo globalizado y polarizado.

Para el electorado, estas referencias pueden servir como brújula para comprender las prioridades y valores de cada candidato. Para el país, significan la proyección de Chile en un mapa internacional complejo, donde las alianzas y modelos de liderazgo tienen consecuencias tangibles.

En definitiva, el debate sobre líderes internacionales preferidos es un espejo donde se reflejan las luchas internas, las esperanzas y las contradicciones que atraviesan la política chilena en este crucial año electoral.