Banco Central mantiene la tasa en 4,75%: ¿calma o preludio de turbulencias?

Banco Central mantiene la tasa en 4,75%: ¿calma o preludio de turbulencias?
Economía
Macroeconomía
2025-11-16
Fuentes
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- Decisión unánime del Banco Central de mantener la tasa en 4,75%.

- Expectativas de inflación a dos años superan el 3%, un dato que inquieta.

- Mercado anticipa recortes solo a partir de diciembre, en medio de incertidumbres económicas.

El 9 de septiembre de 2025, el Banco Central decidió mantener la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 4,75%, una medida adoptada por unanimidad en el Consejo y en línea con las expectativas del mercado local. Esta decisión se produjo en la antesala del último Informe de Política Monetaria (IPoM) del año, marcando un punto de calma en un escenario económico que, sin embargo, no está exento de tensiones.

Desde entonces, el mercado ha seguido apostando a que esta tasa se mantendrá estable en la próxima reunión, prevista para fines de noviembre, y que el primer recorte efectivo en la TPM se concretará recién en diciembre, bajándola a 4,5%. Más allá de la estabilidad momentánea, lo que llama la atención es que las expectativas de inflación a dos años han superado el 3%, un nivel que supera la meta oficial del Banco Central y que no se observaba con esta persistencia desde hace varios años.

Divergencias en la lectura del Banco Central y el mercado

“La mantención de la tasa responde a un escenario donde la economía muestra signos de desaceleración, pero la inflación subyacente aún no cede lo suficiente para justificar un recorte precoz,” explica un economista del sector privado. Esta lectura, compartida por los miembros del Consejo, refleja una cautela frente a la incertidumbre que genera la evolución de los precios, especialmente tras los errores detectados en las cuentas de la luz, que han introducido dudas sobre el impacto real en el Índice de Precios al Consumidor (IPC).

Por otro lado, algunos analistas advierten que la persistencia de expectativas inflacionarias por sobre el 3% a mediano plazo podría ser una señal de que la política monetaria no ha logrado anclar adecuadamente la confianza en la estabilidad de precios. “Si el mercado comienza a descontar una inflación más alta, el Banco Central podría verse obligado a mantener la tasa por más tiempo o incluso subirla,” señala una voz crítica desde la academia.

Impacto regional y voces ciudadanas

En regiones dependientes de la minería, como Antofagasta y Atacama, la estabilidad de la TPM ha sido recibida con alivio, pues tasas más altas afectarían la inversión en proyectos extractivos y la generación de empleo local. Sin embargo, en sectores urbanos y de clase media, la preocupación se centra en el encarecimiento del crédito hipotecario y de consumo, que limita la capacidad de gasto y alimenta la percepción de un estancamiento económico.

Desde la sociedad civil, organizaciones de consumidores han manifestado inquietud por la volatilidad en precios de servicios básicos y la sensación de que la política monetaria, aunque técnica, tiene consecuencias directas en la vida cotidiana. “Mantener la tasa es un respiro, pero no basta si la inflación sigue golpeando el bolsillo,” comenta una representante de una ONG de defensa del consumidor.

Constataciones y consecuencias

La decisión de mantener la tasa en 4,75% refleja un delicado equilibrio entre la necesidad de contener la inflación y la voluntad de no asfixiar la incipiente recuperación económica. Sin embargo, la persistencia de expectativas inflacionarias sobre la meta oficial plantea un desafío para el Banco Central: la credibilidad de su política monetaria está en juego.

Además, la sombra del error en las cuentas de la luz y su efecto en el IPC pone en evidencia la complejidad de evaluar el verdadero estado de la economía en tiempo real, lo que obliga a una gestión prudente y flexible.

En definitiva, lo que parecía un simple mantenimiento de la tasa se revela como un acto de contención en un ring económico donde la inflación, la inversión y el bienestar ciudadano pugnan por imponerse. La próxima reunión de diciembre será un escenario clave para observar si el Banco Central logra traducir estas tensiones en señales claras para el mercado y la sociedad.

Fuentes consultadas incluyen la Encuesta de Operadores Financieros (EOF) del Banco Central, análisis de economistas del sector privado y académico, y declaraciones de organizaciones de consumidores.