Elecciones Presidenciales 2025: Chile en la Encrucijada entre Seguridad, Justicia Social y Unidad Nacional

Elecciones Presidenciales 2025: Chile en la Encrucijada entre Seguridad, Justicia Social y Unidad Nacional
Actualidad
Política
2025-11-16
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- Ocho candidatos con visiones contrapuestas enfrentan un país marcado por la inseguridad y la desigualdad.

- Promesas de cambio y medidas concretas en seguridad, economía y bienestar social dominan el debate.

- Tensión entre discursos polarizados y llamados a la unidad, reflejando una sociedad fragmentada y expectante.

Chile vive una jornada electoral que trasciende la simple elección de un nuevo gobierno. Este domingo 16 de noviembre de 2025, ocho candidatos presidenciales se miden en las urnas, cada uno representando un proyecto político y social que busca responder a las profundas inquietudes de un país marcado por la inseguridad ciudadana, la desigualdad económica y la demanda de unidad nacional. El escenario político se ha ido configurando durante meses, con campañas que recorrieron desde las zonas urbanas hasta las más remotas, recogiendo voces y tensiones que hoy se plasman en discursos que oscilan entre la firmeza contra el crimen y la apuesta por la justicia social.

La seguridad como prioridad y punto de fractura

La inseguridad es el tema transversal que atraviesa todas las campañas. La violencia en las calles, la expansión del narcotráfico y la sensación de abandono estatal son el telón de fondo que justifica las propuestas más duras y las más integrales.

Franco Parisi, economista y candidato independiente, denuncia un Estado que ha sido “administrado como un negocio de pocos” y promete una política de mano dura contra el crimen organizado, acompañada de una reducción de los sueldos públicos para devolver recursos a la clase media.

Jeannette Jara, representante del Partido Comunista, enfatiza la seguridad como un concepto integral: no solo la presencia policial, sino también la prevención social, la mejora en infraestructura y la justicia económica, proponiendo un Ingreso Vital para hogares trabajadores y una reforma en salud y cuidados.

José Antonio Kast, desde el Partido Republicano, reclama un gobierno con “coraje y valentía” para recuperar la libertad perdida frente al crimen, con un enfoque en la mano dura y el orden, denunciando el deterioro de las instituciones en los últimos años.

Evelyn Matthei (UDI) y Johannes Kaiser (Partido Nacional Liberal) también subrayan la necesidad de “poner orden” y recuperar la seguridad, pero con énfasis en la gestión eficiente y el diálogo como herramienta para superar la polarización.

Justicia social y economía: promesas de alivio y desarrollo

El malestar económico, el costo de la vida y la desigualdad son el otro eje central de la contienda. Los candidatos coinciden en la urgencia de aliviar el bolsillo de las familias, aunque divergen en los métodos.

Marco Enríquez-Ominami propone un Plan Nacional de Empleo y Capacitación, junto a un Seguro Previsional Catastrófico y un retiro voluntario de fondos AFP para aliviar deudas, buscando un Estado estratega que impulse la innovación y la equidad.

Jeannette Jara plantea un Ingreso Vital de $750.000 para hogares trabajadores, alivio en la cuenta eléctrica y un sistema nacional de cuidados que reconozca el trabajo invisible de las mujeres.

Harold Mayne-Nicholls, con una mirada transversal, apuesta por mejorar la gestión pública para que la salud, la educación, la seguridad y la vivienda sean accesibles y dignas, buscando devolverle “el alma a Chile” a través del respeto y la empatía.

Franco Parisi insiste en que el dinero del Estado debe volver a la gente, con propuestas concretas para eliminar el IVA en medicamentos y productos esenciales.

Unidad nacional versus polarización: voces en tensión

El debate presidencial también es un reflejo de la fractura social chilena. Algunos candidatos, como Evelyn Matthei y Harold Mayne-Nicholls, llaman a superar la división con acuerdos amplios y sentido común, enfatizando la necesidad de diálogo y gestiones serias.

En contraste, Johannes Kaiser y José Antonio Kast apelan a la defensa de valores tradicionales y a la urgencia de enfrentar amenazas que perciben como existenciales, con discursos que movilizan miedos y certezas firmes.

Marco Enríquez-Ominami denuncia la manipulación del miedo y la falta de coraje político, proponiendo un proyecto que conjuga justicia social con seguridad y desarrollo tecnológico.

Constataciones y consecuencias visibles

La elección presidencial de 2025 no solo definirá al próximo mandatario sino el rumbo que Chile tomará en materia de seguridad, justicia social y cohesión nacional. Los discursos muestran un país que no ha encontrado aún la fórmula para equilibrar estos tres ejes sin caer en la polarización o el estancamiento.

La diversidad de propuestas refleja también la complejidad de una sociedad que exige respuestas profundas y no sólo promesas superficiales. La tensión entre la mano dura y la justicia social, entre la unidad y la división, se presenta como un desafío mayúsculo para quien asuma La Moneda.

Por último, la participación ciudadana y la capacidad de los votantes para discernir más allá de las consignas y las emociones serán cruciales para que Chile avance hacia un proyecto común que no deje a nadie atrás.

Fuentes consultadas incluyen las cartas abiertas y discursos de los candidatos publicadas por La Tercera el 15 de noviembre de 2025, análisis de contexto histórico y socioeconómico, y verificaciones independientes de las propuestas presentadas.