Venezuela convoca a la unidad latinoamericana ante despliegue militar de EE.UU.: un llamado que reaviva viejas tensiones

Venezuela convoca a la unidad latinoamericana ante despliegue militar de EE.UU.: un llamado que reaviva viejas tensiones
Internacional
América Latina
2025-11-17
Fuentes
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- Despliegue militar inédito de EE.UU. en el Caribe cerca de Venezuela.

- Llamado histórico a la unidad latinoamericana inspirado en Simón Bolívar.

- Acusaciones cruzadas sobre narcotráfico y soberanía regional.

El escenario geopolítico en América Latina se ha tensado nuevamente con el reciente despliegue militar de Estados Unidos en el mar Caribe, cerca de aguas venezolanas, una acción que ha provocado un llamado a la unidad regional por parte del gobierno de Caracas.A mediados de agosto de 2025, Washington envió fuerzas navales con el argumento de combatir el narcotráfico. Sin embargo, desde Venezuela se ha calificado esta operación como una 'excusa perversa' para un despliegue militar 'inusitado' en la región, acusando a Estados Unidos de buscar un pretexto para ejercer presión política y militar.El 6 de septiembre, el canciller venezolano Yván Gil hizo un llamado público a los países latinoamericanos para reforzar su unidad, evocando la histórica Carta de Jamaica y el pensamiento del libertador Simón Bolívar. Este documento, que data de 1815, es símbolo de una visión de integración y soberanía regional que hoy, según Gil, cobra renovada vigencia.

Desde la perspectiva venezolana, este llamado representa una defensa de la soberanía nacional y regional frente a lo que consideran intervencionismo estadounidense. Caracas rechaza las acusaciones que vinculan al Estado venezolano con el narcotráfico, particularmente con el llamado Cartel de los Soles, y denuncia que el ataque reportado por Washington contra una embarcación con presuntos narcotraficantes es un invento para justificar su despliegue.

En contraste, Estados Unidos mantiene que su presencia busca desarticular redes criminales transnacionales, especialmente el Tren de Aragua, una organización nacida en cárceles venezolanas, que supuestamente opera en la zona y trafica drogas. Este enfrentamiento discursivo refleja una tensión que trasciende lo militar y se instala en el terreno político y simbólico.

La región se convierte así en un coliseo donde se disputan narrativas y poder, con voces que se polarizan y se enfrentan en una arena cargada de historia y desconfianza. Algunos países latinoamericanos observan con cautela, temiendo que esta escalada pueda desestabilizar aún más un continente ya marcado por crisis políticas y sociales.

Las consecuencias visibles hasta ahora incluyen un aumento en la militarización del Caribe y un reforzamiento de discursos nacionalistas y antiimperialistas en varios gobiernos de la región. El llamado a la unidad bolivariana, aunque simbólicamente potente, enfrenta desafíos prácticos en un contexto donde las alianzas geopolíticas son fragmentadas y los intereses nacionales divergentes.

En definitiva, este episodio confirma que la historia de América Latina sigue siendo un terreno de disputa entre soberanía, intervencionismo y criminalidad transnacional, donde las certezas son escasas y las consecuencias imprevisibles. La tensión entre Estados Unidos y Venezuela no solo es un conflicto bilateral, sino un reflejo de las complejidades que atraviesan las relaciones internacionales en la región, y un llamado a la reflexión sobre los caminos para lograr una verdadera integración y seguridad compartida.