
Un giro en la lucha contra el crimen organizado en Ecuador ha marcado la agenda regional desde septiembre de 2025, cuando Estados Unidos declaró oficialmente como organizaciones terroristas a dos de las bandas más poderosas del país: Los Choneros y Los Lobos. Esta decisión, anunciada por el secretario de Estado Marco Rubio durante una visita a Quito, no solo redefine el enfoque en la seguridad ecuatoriana, sino que también reconfigura las dinámicas políticas, sociales y geopolíticas de la región.
Los Choneros, nacidos en los años 90 en la provincia costera de Manabí, llegaron a tener hasta 20.000 miembros, consolidándose como la organización criminal más importante de Ecuador. Su expansión hacia ciudades como Manta y Guayaquil, y su vinculación con carteles mexicanos y disidencias de las FARC, les otorgaron un poder que trascendió el narcotráfico para incluir el control de prisiones, extorsiones y secuestros.
Los Lobos, por su parte, surgieron como una escisión de Los Choneros y se expandieron desde las zonas montañosas hacia la capital, Quito, consolidándose como un grupo dominante con cerca de 8.000 integrantes. Además de sus actividades tradicionales, han incursionado en la minería ilegal y están asociados a disidencias armadas colombianas.
Ambos grupos han protagonizado violentos enfrentamientos que han dejado cientos de muertos, especialmente en motines carcelarios que evidencian la crisis del sistema penitenciario ecuatoriano.
Desde el gobierno ecuatoriano, encabezado por el presidente Daniel Noboa, la designación estadounidense ha sido recibida como un respaldo crucial a la estrategia de mano dura contra el crimen. 'Sin seguridad, no podemos hacer progresos económicos', afirmó Rubio, reforzando la idea de que la cooperación internacional es indispensable para restaurar el orden.
Sin embargo, esta postura ha generado inquietudes en sectores sociales y de derechos humanos, que advierten sobre riesgos de militarización y posibles vulneraciones a las garantías fundamentales. Organizaciones locales señalan que la lucha contra las bandas no puede reducirse a la represión, sino que debe incluir políticas integrales de prevención y reforma penitenciaria.
En el plano político, la extradición del líder de Los Choneros, José Adolfo Macías, conocido como "Fito", a Estados Unidos, simboliza un hito en la colaboración bilateral, pero también despierta debates sobre la soberanía y la capacidad del Estado ecuatoriano para enfrentar la criminalidad desde adentro.
La designación ha trascendido fronteras. Ecuador, ubicado en una ruta clave del narcotráfico internacional, se convierte en escenario de una nueva fase de la llamada "guerra contra las drogas" con un enfoque que incluye la etiqueta de terrorismo. Esto implica que Washington puede desplegar acciones directas contra activos y personas vinculadas a estas organizaciones, incluyendo operaciones que podrían ser letales.
Este cambio ha generado reacciones mixtas en América Latina, donde algunos gobiernos apoyan la cooperación reforzada, mientras que otros alertan sobre la posible escalada de violencia y la criminalización de problemáticas sociales complejas.
Tras más de dos años desde la declaración, es posible concluir que:
- La designación de Los Choneros y Los Lobos como organizaciones terroristas ha intensificado la presión internacional sobre Ecuador, pero no ha resuelto la crisis estructural de seguridad ni la violencia en las cárceles.
- La cooperación con Estados Unidos ha permitido la captura y extradición de líderes clave, pero también ha generado tensiones sobre la autonomía del Estado y el respeto a los derechos humanos.
- La violencia y la criminalidad persisten, evidenciando que la mano dura debe ir acompañada de reformas profundas en el sistema penitenciario, políticas sociales y estrategias regionales coordinadas.
Este episodio es un recordatorio de que la lucha contra el crimen organizado es un desafío complejo, donde las soluciones simplistas pueden profundizar tragedias y conflictos, y donde la pluralidad de voces es esencial para entender la encrucijada que enfrenta Ecuador y la región.
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Fuentes: BBC News Mundo, InsightCrime, declaraciones oficiales de los gobiernos de Ecuador y Estados Unidos.