Trump acusa alianza entre Xi, Putin y Kim contra EE.UU.: un eco que reverbera más allá de Pekín

Trump acusa alianza entre Xi, Putin y Kim contra EE.UU.: un eco que reverbera más allá de Pekín
Internacional
América Latina
2025-11-17
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- Acusación directa de Donald Trump sobre una conspiración entre tres potencias.

- Encuentro histórico en Pekín que tensiona relaciones internacionales.

- Reacciones divergentes que dibujan un tablero geopolítico en evolución.

Una alianza en el ojo del huracán

El 2 de septiembre de 2025, en Pekín, los líderes de China, Rusia y Corea del Norte se reunieron para conmemorar el 80º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial en el Pacífico. Este evento, que en apariencia buscaba celebrar la memoria histórica, se transformó rápidamente en un escenario de acusaciones y tensiones que hoy, dos meses después, siguen moldeando el debate internacional.

Donald Trump, ex presidente de Estados Unidos, lanzó desde su plataforma Truth Social una acusación directa: Xi Jinping, Vladimir Putin y Kim Jong Un estarían "conspirando contra Estados Unidos". Este señalamiento no solo sacudió la opinión pública estadounidense, sino que también provocó una ola de análisis y reacciones en todo el mundo.

Perspectivas en choque: la visión estadounidense y la contraparte asiática-europea

Desde Washington, sectores conservadores y parte del electorado republicano vieron en la denuncia de Trump una reafirmación de la supuesta agresividad de potencias rivales que buscan socavar la hegemonía estadounidense. Para ellos, el encuentro en Pekín no fue un simple acto protocolar, sino un claro gesto de alineamiento estratégico.

"Les pido que transmitan mis más cálidos saludos a Vladimir Putin y Kim Jong Un, mientras conspiran contra Estados Unidos de América", escribió Trump, en un tono irónico pero cargado de advertencia.

En contraste, desde Pekín y Moscú, la narrativa oficial enfatizó la fortaleza de las relaciones bilaterales y multilaterales basadas en la "buena vecindad duradera" y la "cooperación mutuamente beneficiosa". Xi Jinping destacó que estas alianzas son un ejemplo de cómo las potencias pueden mantener estabilidad y coordinación en un mundo cambiante.

Corea del Norte, representada por Kim Jong Un, mostró su respaldo al bloque, enviando un mensaje de unidad y resistencia frente a lo que perciben como presiones externas.

Impacto regional y latinoamericano: ¿un efecto dominó?

En América Latina, la reunión y las acusaciones de Trump han generado un debate sobre la influencia creciente de China y Rusia en la región, y cómo esto podría afectar las relaciones con Estados Unidos.

Sectores progresistas y gobiernos de izquierda ven en la consolidación de estos lazos una oportunidad para diversificar alianzas y reducir la dependencia histórica de Washington. Por otro lado, voces conservadoras advierten sobre riesgos de alineamientos que podrían aislar a países latinoamericanos o comprometer su soberanía.

Chile, en particular, observa con atención cómo estos movimientos internacionales podrían repercutir en su política exterior y en sectores claves como la minería y la tecnología.

Verdades constatadas y consecuencias visibles

Tras un análisis detenido, se confirma que:

- La cumbre en Pekín efectivamente reunió a Xi, Putin y Kim en un acto conmemorativo que fue aprovechado para fortalecer discursos políticos y simbólicos.

- No hay evidencia pública que confirme una conspiración formal o planificada contra Estados Unidos, pero sí una creciente coordinación estratégica entre estos países.

- La acusación de Trump, aunque polémica, refleja tensiones reales y persistentes en la geopolítica global, donde la competencia entre bloques se intensifica.

Este episodio ilustra cómo los símbolos y palabras pueden convertirse en armas en el tablero internacional, con consecuencias que van más allá de las fronteras de los países involucrados.

El desafío para la ciudadanía global es entender estas dinámicas con profundidad y distancia, evitando caer en simplificaciones que alimentan la polarización y la ansiedad informativa.

En suma, la reunión en Pekín y la respuesta de Trump constituyen un capítulo más en la compleja historia de la rivalidad entre potencias, donde la memoria histórica, la estrategia política y las interpretaciones públicas se entrelazan en un espectáculo que sigue desarrollándose ante nuestros ojos.