La Señal de Moscú: Anatomía de la Irrupción de Russia Today en la TV Abierta Chilena y el Debate sobre la Soberanía Mediática

La Señal de Moscú: Anatomía de la Irrupción de Russia Today en la TV Abierta Chilena y el Debate sobre la Soberanía Mediática
2025-07-10

- Un canal chileno de baja audiencia, Telecanal, cede su señal al medio estatal ruso Russia Today (RT), encendiendo un debate sobre pluralismo informativo versus influencia extranjera.

- La operación, justificada como un acuerdo comercial, desveló la opacidad en la propiedad de medios locales y los límites de la supervisión regulatoria del CNTV.

- A más de dos meses del hecho, el caso expone la creciente batalla geopolítica por las narrativas en América Latina, interpelando el rol de Chile en un nuevo escenario de información global.

Inicio Contextualizado: La Calma Rota en el Dial

Hace poco más de dos meses, una alteración silenciosa pero significativa modificó el paisaje mediático chileno. Sin previo aviso, la señal de Telecanal, un actor secundario en la televisión abierta conocido por su programación de infomerciales y contenido envasado, fue reemplazada por la transmisión ininterrumpida de Russia Today (RT), el canal de noticias financiado por el Kremlin. Lo que inicialmente fue una curiosidad para unos pocos televidentes, maduró rápidamente hasta convertirse en un caso de estudio sobre los frágiles equilibrios entre la libertad de mercado, la soberanía mediática y la guerra de narrativas en el siglo XXI. Hoy, con la señal rusa consolidada en el dial, las preguntas que desató su llegada siguen resonando con más profundidad que las respuestas ofrecidas.

Desarrollo Analítico: De la Sorpresa a la Geopolítica

La irrupción de RT en la frecuencia 2.1 de Santiago provocó una cascada de reacciones. Medios de comunicación reportaron el hecho con perplejidad, mientras en el espectro político, las posturas se polarizaron. Diputados de la Unión Demócrata Independiente (UDI) oficiaron al Consejo Nacional de Televisión (CNTV), alertando sobre la posible difusión de "propaganda de una potencia extranjera". En la vereda opuesta, figuras como el alcalde de Recoleta, Daniel Jadue, celebraron la llegada de una "visión alternativa".

La respuesta institucional no tardó. El CNTV aclaró que, bajo la normativa vigente, un acuerdo comercial para la provisión de contenidos no requiere autorización previa. La responsabilidad del concesionario, Canal Dos S.A. (Telecanal), se mantiene sobre lo emitido, quedando sujeto a fiscalización y denuncias ciudadanas a posteriori. Esta aclaración movió el foco del debate desde una posible ilegalidad hacia la naturaleza del acuerdo y la idoneidad del contenido.

La Embajada de Rusia en Chile defendió públicamente la transmisión, enmarcándola en la "libertad de expresión y la diversidad de opiniones", comparando a RT con otros medios estatales como la BBC británica o la Deutsche Welle alemana. Sin embargo, días después, el embajador Vladimir G. Belinsky añadió una capa de complejidad al afirmar en una entrevista que se había enterado de la noticia "como muchos chilenos", calificándola de "grata sorpresa" y desvinculando a la diplomacia de un acuerdo que describió como estrictamente comercial. Esta distancia estratégica buscó, aparentemente, despolitizar la operación, aunque no logró disipar las dudas sobre su trasfondo.

Perspectivas Contrastadas: ¿Pluralismo, Propaganda o Pragmatismo?

El aterrizaje de RT en Chile se puede analizar desde tres ángulos divergentes que coexisten sin resolverse:

  1. La Tesis del Pluralismo Informativo: Sostenida por la diplomacia rusa y sus simpatizantes, argumenta que RT ofrece un contrapeso necesario a la hegemonía de los medios occidentales. Para esta visión, su presencia enriquece el ecosistema mediático chileno al brindar una perspectiva diferente sobre eventos globales, como el conflicto en Ucrania, que RT denomina "operación militar especial". La invitación es a que el público "vea por sí mismo" y forme su propio juicio.
  1. La Tesis de la Injerencia Geopolítica: Para sus críticos, RT no es un medio más, sino un sofisticado instrumento de "poder blando" (soft power) y desinformación del Estado ruso. Advierten que su contenido, especialmente en temas sensibles, está diseñado para erosionar la confianza en las instituciones democráticas y promover los intereses de Moscú. Su prohibición en la Unión Europea, Canadá y Estados Unidos tras la invasión a Ucrania es el principal argumento de quienes ven su llegada a la TV abierta como un riesgo para la seguridad informativa del país.
  1. La Tesis del Pragmatismo Comercial: Investigaciones periodísticas posteriores revelaron una dimensión menos ideológica y más económica. Telecanal, un canal con dificultades financieras y escasa relevancia, encontró en la venta de su espacio de transmisión una fórmula de supervivencia. El acuerdo habría sido gestionado a través de la agencia mexicana Unimedios, replicando un modelo de negocio que el conglomerado Albavisión —vinculado a Telecanal y dueño de La Red— ha implementado en otros países de América Latina para difundir la señal de RT. Desde esta óptica, la geopolítica no fue la causa, sino la oportunidad para un negocio rentable en una industria televisiva en crisis.

Contexto Estructural: Un Ecosistema Favorable

La llegada de RT no ocurrió en el vacío. Se inserta en dos contextos clave. Primero, la estructura de propiedad de los medios en Chile, a menudo concentrada y con entramados societarios complejos que dificultan la trazabilidad del control final. La relación operativa y financiera entre Telecanal y La Red, ambas vinculadas al empresario mexicano Ángel González, ejemplifica un sistema donde las decisiones comerciales pueden tener implicaciones geopolíticas imprevistas.

Segundo, se enmarca en la estrategia de expansión global de RT, que, tras ser bloqueada en Occidente, ha intensificado su presencia en África y, sobre todo, en América Latina. La región es vista como un terreno fértil para su narrativa anti-hegemónica, encontrando eco en sectores de la población y gobiernos con posturas críticas hacia Estados Unidos y Europa.

Estado Actual: Una Presencia Normalizada, un Debate Latente

A más de 60 días del cambio, la señal de RT se ha normalizado en la parrilla de Telecanal. La controversia inicial ha disminuido, pero las preguntas fundamentales que planteó siguen sin respuesta. El CNTV se mantiene vigilante, pero sin denuncias ciudadanas masivas que activen un proceso sancionatorio, su rol es limitado. El episodio ha dejado en evidencia que la legislación actual, pensada para un mundo analógico, enfrenta desafíos inéditos en la era de la información globalizada.

La señal de Moscú sigue al aire, como un recordatorio permanente de que las fronteras nacionales son cada vez más porosas para los flujos de información. El verdadero debate que Chile debe afrontar ya no es si RT debe o no transmitirse, sino cómo la sociedad, sus instituciones y sus ciudadanos se equipan para navegar un ecosistema mediático donde las noticias son, cada vez más, un campo de batalla geopolítico. La responsabilidad final, quizás, recae en la capacidad crítica de una audiencia que hoy tiene acceso a más voces que nunca, pero también a más ruido.

La historia presenta una madurez temporal óptima, habiendo evolucionado de una decisión de programación local a un debate nacional con implicaciones geopolíticas, diplomáticas y regulatorias. Permite analizar la colisión entre la libertad de expresión, la soberanía mediática y la influencia de medios estatales extranjeros en un contexto de conflicto internacional. La existencia de múltiples actores con posturas definidas (el canal, la embajada, el ente regulador, analistas políticos) ofrece una rica pluralidad de perspectivas, y sus consecuencias en la opinión pública y el debate político son ya claramente visibles y documentables.