
El voto de los chilenos en el extranjero en las elecciones presidenciales de 2025 ha confirmado un patrón que, aunque mantiene ciertas constantes, revela un escenario político más fragmentado y con menores niveles de participación que en procesos anteriores.
Desde el inicio de la votación en Nueva Zelanda y Australia, países donde la candidata oficialista Jeannette Jara se impuso con claridad, hasta los resultados en Asia, se observa un predominio del oficialismo en territorios tradicionalmente favorables a la izquierda. En Nueva Zelanda, por ejemplo, Jara logró un 55,2% de los votos, aunque con una caída respecto al 59,6% obtenido por Gabriel Boric en 2021. Australia replicó esta tendencia, aunque con una participación notablemente menor, y con el candidato libertario Johannes Kaiser consolidando un segundo lugar que refleja la fragmentación de la derecha.
En Japón y Corea del Sur, Jara también lideró las preferencias, manteniendo la hegemonía del oficialismo en estos países, aunque con un margen más estrecho y una competencia reñida entre los candidatos de derecha. Este escenario contrasta con la realidad en China, donde Evelyn Matthei, candidata de Chile Vamos, se impuso con un leve margen sobre Jara, y José Antonio Kast logró una tercera posición relevante. Este resultado confirma la persistente división ideológica entre los migrantes chilenos en Asia, que refleja además las dinámicas del voto en terreno nacional.
La disputa por el segundo lugar en varios países del extranjero —con Kast, Matthei y Kaiser peleando voto a voto— subraya la fragmentación y la dispersión del electorado opositor, que no logra consolidar una alternativa clara frente al oficialismo en el exterior.
Dolores Gandulfo, presidenta de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina (Copppal), aclaró que la presencia de su delegación en Chile no corresponde a una misión oficial de observación electoral, dado que la normativa chilena no contempla esta figura, sino que responde a un interés político y académico de conocer el proceso en un contexto de alta fragmentación. La coordinación de esta visita se hizo con partidos que apoyan a Jara, lo que ha generado cuestionamientos desde sectores de oposición sobre la imparcialidad de la supervisión internacional, aunque sin evidencias de irregularidades hasta la fecha.
La participación voluntaria de los chilenos en el extranjero, que alcanza a 160.935 personas habilitadas en 64 países, mostró una baja en los porcentajes de votación respecto a procesos anteriores, lo que abre interrogantes sobre el compromiso cívico y las barreras logísticas que enfrentan los migrantes. Esta disminución afecta especialmente a regiones donde la dispersión geográfica y la complejidad para ejercer el voto presencial limitan la participación efectiva.
Desde una perspectiva política, la predominancia de Jara en el extranjero reafirma el peso del oficialismo en sectores migrantes, pero también expone las tensiones internas en la derecha, marcada por la competencia entre Kast, Matthei y Kaiser, que no logra consolidar un liderazgo sólido.
El expresidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle, consultado sobre su apoyo en la elección, mantuvo la incógnita, reflejando la incertidumbre y la volatilidad del electorado tradicional en esta contienda.
En conclusión, el voto en el extranjero en las elecciones de 2025 confirma un Chile político fragmentado, con una izquierda oficialista que mantiene su hegemonía en el exterior pese a una participación decreciente, y una oposición dividida que enfrenta desafíos para consolidar su base. La presencia de observadores internacionales vinculados a partidos progresistas añade una capa de complejidad a la percepción de transparencia, aunque sin evidencias concretas de irregularidades. Este escenario invita a reflexionar sobre los mecanismos de participación de los migrantes y la necesidad de políticas que fortalezcan su inclusión en la democracia chilena.
Fuentes consultadas incluyen reportes de La Tercera, Radio Universidad de Chile, CHV Noticias, 24 Horas y declaraciones de la Copppal.