
La batalla legal que comenzó con la imposición de aranceles globales por parte de Donald Trump ha encontrado un nuevo capítulo decisivo. El 29 de agosto de 2025, la Corte de Apelaciones de Estados Unidos para el Circuito Federal dictaminó que la mayoría de estos gravámenes son ilegales, al concluir que la ley invocada por el expresidente no le otorgaba la facultad para imponerlos unilateralmente.
Este fallo, que se ha convertido en un hito jurídico y político, reconoce que la Constitución estadounidense reserva exclusivamente al Congreso la potestad para establecer impuestos y aranceles. En una votación de 7 contra 4, la Corte rechazó el argumento de Trump que justificaba los aranceles bajo la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA), utilizada para declarar una emergencia nacional y actuar contra amenazas "inusuales y extraordinarias".
"La facultad fundamental del Congreso para imponer impuestos, como los aranceles, está conferida exclusivamente al poder legislativo por la Constitución", afirmó el tribunal, subrayando la separación de poderes y limitando el alcance presidencial en materia comercial.
Desde el ala política republicana y el propio Trump, la reacción fue inmediata y vehemente. "Si se permite que siga vigente, esta decisión literalmente destruiría a los Estados Unidos de América", expresó el exmandatario a través de su red social Truth Social, anunciando que recurrirá a la Corte Suprema. Para Trump, la eliminación de los aranceles sería un "desastre total" que debilitaría financieramente al país.
En contraste, el gobierno actual defendió la vigencia de los aranceles mientras se resuelve el proceso judicial. Kush Desai, portavoz de la Casa Blanca, afirmó que "los aranceles del presidente siguen vigentes y esperamos una victoria definitiva en este asunto", reflejando una postura que, aunque crítica, mantiene la estrategia comercial.
Estos aranceles, impuestos durante la administración Trump a la mayoría de los países del mundo, incluyendo a China, México y Canadá, han sido un pilar de su política proteccionista y un factor clave en las tensiones comerciales globales de los últimos años. Su anulación podría abrir un nuevo escenario para el comercio internacional, con posibles alivios para socios comerciales y un replanteamiento de la política proteccionista estadounidense.
Para sectores empresariales y consumidores, la incertidumbre ha sido un denominador común. Las tarifas afectaron cadenas de suministro, precios y relaciones bilaterales, especialmente con países vecinos y socios estratégicos.
Este fallo no solo cuestiona una política específica, sino que pone en primer plano la tensión entre el Ejecutivo y el Legislativo en Estados Unidos sobre la regulación económica. La decisión judicial enfatiza que, incluso en tiempos de emergencia nacional, los límites constitucionales no pueden ser soslayados.
El dictamen entrará en vigor el 14 de octubre de 2025, plazo que permite al gobierno presentar recursos ante la Corte Suprema, la cual deberá dirimir el alcance final de esta controversia.
La resolución del Circuito Federal es un recordatorio de que, en las democracias, la concentración de poder tiene límites claros, especialmente en áreas que afectan el bienestar económico y la soberanía legislativa. La disputa sobre los aranceles de Trump es más que una cuestión comercial: es una batalla por la interpretación del poder presidencial y su impacto en la política global.
Mientras la Corte Suprema evalúa los próximos pasos, el mundo observa cómo Estados Unidos redefine su relación con la ley, el comercio y la división de poderes, en una historia que aún está lejos de cerrarse.