
En el escenario político chileno, un enfrentamiento que parecía cerrado ha vuelto a abrirse con fuerza y consecuencias palpables para el país. A fines de agosto de 2025, Evelyn Matthei, candidata presidencial por Chile Vamos, lanzó duras críticas contra José Antonio Kast, líder del Partido Republicano, por su propuesta de modificar la reforma previsional que tomó una década de negociaciones y acuerdos para consolidarse.
Este pulso no es solo un debate técnico sobre pensiones, sino un choque de visiones políticas y sociales que refleja la tensión entre mantener un modelo de protección social consolidado y la presión por innovar en un sistema que muchos consideran insuficiente.
La reforma en cuestión, que incluye la Pensión Garantizada Universal (PGU), fue fruto de un acuerdo político amplio que buscó estabilizar un sistema previsional fragmentado y con profundas inequidades. Para Matthei, este acuerdo representa un logro histórico que no debe ponerse en riesgo. "Cualquier cosa que pueda hacerles creer a los jubilados que está en peligro la PGU sería terrible", afirmó, subrayando la necesidad de proteger las expectativas y el bienestar de los pensionados, quienes enfrentan cotidianamente dificultades económicas.
Por su parte, Kast propone reemplazar el mecanismo del préstamo estatal a los trabajadores, incluido en la reforma, por inversiones en instrumentos financieros de mercado. Esta idea, según sus seguidores, busca modernizar y optimizar la rentabilidad de los fondos previsionales. Sin embargo, la viabilidad y los riesgos de esta propuesta han sido objeto de debate intenso.
Desde el sector de Chile Vamos, la crítica se centra en la estabilidad y la responsabilidad social. Matthei y sus adherentes consideran que la reforma actual, aunque imperfecta, ha generado certezas y protección para millones de jubilados. "Tenemos que defender la PGU y mejorar las pensiones de las mujeres, sin generar falsas expectativas", ha enfatizado Matthei, apelando a la cautela y a la prudencia política.
En contraste, el Partido Republicano y sus simpatizantes defienden una agenda de reformas estructurales que, en su visión, requieren innovación y audacia para responder a los desafíos del envejecimiento poblacional y la sostenibilidad financiera del sistema. La crítica hacia el statu quo es fuerte, y la apuesta es por un cambio que, aunque arriesgado, podría ofrecer mejores resultados a largo plazo.
Este enfrentamiento no se limita a la esfera política. En regiones con alta proporción de adultos mayores y menor acceso a servicios, la incertidumbre sobre la reforma ha generado preocupación entre las comunidades. Organizaciones sociales y gremiales han expresado su temor a que los cambios propuestos puedan desestabilizar ingresos ya precarios.
Por otro lado, expertos en economía y seguridad social advierten que el sistema actual enfrenta desafíos estructurales que requieren reformas profundas, pero alertan sobre la necesidad de un diálogo amplio y responsable que evite generar falsas expectativas o alarmas infundadas.
Tras meses de debate y declaraciones cruzadas, queda claro que la reforma previsional chilena es un terreno de disputa donde se enfrentan no solo modelos técnicos, sino también visiones de país y prioridades sociales. El desgaste político y social que ha generado este conflicto evidencia la dificultad de avanzar en temas que involucran directamente la seguridad económica de la población más vulnerable.
La lección que deja este episodio es que las reformas sociales deben construirse con paciencia, diálogo y respeto por los acuerdos alcanzados, pero también con apertura a la innovación que responda a las nuevas realidades. La tensión entre estabilidad y cambio seguirá marcando la agenda política, y el desafío para los actores será gestionar esta disonancia de manera que no se pierda de vista el bienestar de quienes dependen de estas políticas.
En definitiva, la controversia entre Matthei y Kast no es solo un rifirrafe electoral, sino un espejo de las complejidades que enfrenta Chile para diseñar un sistema previsional justo, sostenible y confiable.