La guerra de las tierras raras: cómo la amenaza de Trump cambió el tablero comercial global

La guerra de las tierras raras: cómo la amenaza de Trump cambió el tablero comercial global
Internacional
América Latina
2025-11-18
Fuentes
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- Amenaza de aranceles del 200% que tensionó la relación EE.UU.-China.

- Dependencia tecnológica y estratégica de las tierras raras en la economía global.

- Impactos visibles en la industria aeronáutica y en mercados internacionales.

El pulso por las tierras raras —elementos clave en la tecnología moderna— se transformó en un nuevo capítulo de la batalla comercial entre Estados Unidos y China. El 26 de agosto de 2025, Donald Trump reapareció en la escena internacional con una amenaza directa: imponer aranceles de hasta 200% a China si Beijing restringía la exportación de imanes de tierras raras, componentes esenciales para una amplia gama de tecnologías, desde teléfonos inteligentes hasta sistemas de defensa y aviones de última generación.

Este anuncio no fue un arrebato aislado sino la culminación de meses de negociaciones tensas y una tregua precaria que había extendido la relajación de aranceles hasta noviembre. La amenaza se produjo tras la reunión de Trump con el presidente surcoreano Lee Jae Myung en Washington, en un contexto donde la rivalidad por el control de estos recursos estratégicos se volvió un eje central de la geopolítica global.

Tres visiones en conflicto

Desde el punto de vista estadounidense, la medida buscaba recuperar el control sobre una cadena productiva vital. “Tienen que darnos imanes. Si no nos dan imanes, entonces tenemos que cobrarles aranceles del 200% o algo así”, declaró Trump, subrayando la dependencia tecnológica de EE.UU. y la necesidad de presionar a China para evitar un monopolio que podría paralizar industrias enteras.

China, por su parte, interpretó la amenaza como un acto de agresión económica que ponía en riesgo la estabilidad de un mercado que, si bien es estratégico, también es una fuente importante de ingresos y empleo para regiones específicas. Desde Beijing se señaló que “la cooperación y el comercio deben prevalecer sobre las tácticas coercitivas”, advirtiendo que una escalada podría derivar en represalias que afectarían no solo a Washington, sino a la economía global.

En el ámbito regional, países latinoamericanos con reservas de tierras raras y sectores tecnológicos observaron con preocupación y expectativa. La tensión entre las dos superpotencias abre una ventana para la diversificación de proveedores, pero también incrementa la incertidumbre en mercados ya golpeados por la volatilidad internacional.

El impacto en la industria aeronáutica y el comercio global

El conflicto no quedó en palabras. Trump mencionó que 200 aviones chinos no pudieron volar por la retención intencionada de piezas de Boeing, una maniobra que exhibió la interdependencia y vulnerabilidad de ambas economías. Boeing, mientras tanto, se encontraba negociando la venta de hasta 500 aviones a China, un acuerdo que podría verse comprometido en medio de esta disputa.

Los mercados reaccionaron con cautela, conscientes de que la escalada podría afectar cadenas globales de suministro, aumentar los costos de producción y tensar aún más las relaciones comerciales en un mundo que ya lidia con múltiples crisis.

Constataciones y consecuencias

Este episodio revela una verdad incómoda: la globalización tecnológica y económica ha generado dependencias estratégicas que ningún país puede ignorar. La amenaza de aranceles del 200% no solo es un intento de presión política, sino un síntoma de la fragilidad de un sistema donde recursos críticos están concentrados en pocos actores.

Además, la disputa pone en evidencia la dificultad de equilibrar intereses nacionales con la cooperación internacional necesaria para el desarrollo tecnológico y económico. Mientras Estados Unidos busca proteger su soberanía tecnológica, China defiende su papel como proveedor clave, y terceros actores enfrentan la disyuntiva de adaptarse o quedar relegados.

La historia de las tierras raras en 2025 no concluye con esta amenaza, sino que abre un escenario donde la competencia estratégica se intensifica, obligando a gobiernos, empresas y ciudadanos a repensar sus vínculos y estrategias en un mundo cada vez más interdependiente y volátil.

Fuentes consultadas: Bloomberg, CNBC, La Tercera.