Crisis de confianza en Argentina: el ocaso del efecto Milei antes de las elecciones legislativas

Crisis de confianza en Argentina: el ocaso del efecto Milei antes de las elecciones legislativas
Actualidad
Política
2025-11-18
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- Caída abrupta de la confianza en el gobierno de Milei, con su nivel más bajo desde la asunción.

- Tres intentos fallidos de rescate financiero internacional que no logran revertir la incertidumbre.

- Polarización y desgaste político que amenazan la gobernabilidad en el tramo final del mandato.

El escenario político y económico argentino se encuentra en un punto crítico, a menos de un mes de las elecciones legislativas que definirán el rumbo del país para los próximos años. La confianza en el gobierno de Javier Milei cayó un 13,6% en agosto, alcanzando su nivel más bajo desde su asunción en diciembre de 2023, según una encuesta de la Universidad Torcuato Di Tella. Este descenso interrumpe la relativa estabilidad que el Ejecutivo había mostrado en meses anteriores y refleja un desgaste creciente frente a una ciudadanía cada vez más escéptica.

El Índice de Confianza en el Gobierno (ICG) marcó 2,12 puntos en una escala de 1 a 5, con caídas pronunciadas en todos los componentes evaluados: honestidad de los funcionarios, capacidad para resolver problemas, eficiencia en la administración pública, evaluación general y preocupación por el interés general. La pérdida de confianza fue más aguda en mujeres y jóvenes de entre 18 y 29 años, mientras que geográficamente la caída fue más intensa en Buenos Aires y su provincia, zonas clave para la contienda electoral.

Este fenómeno no es aislado ni reciente. El gobierno de Milei ha enfrentado una crisis de confianza que se ha ido profundizando desde meses atrás, marcada por escándalos de corrupción —como el caso de los retornos en la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis)—, disputas internas y una economía que no logra despegar pese a las promesas de transformación radical.

A nivel internacional, el presidente libertario ya ha agotado dos “balas de plata”: el respaldo financiero del FMI en abril y la ayuda del Departamento del Tesoro de EE.UU. en septiembre, sin que estos recursos hayan logrado estabilizar la percepción pública ni la economía real. Ahora, con la reciente visita y apoyo simbólico de Donald Trump, el tercer intento de salvataje aún genera dudas sobre su eficacia.

Los analistas coinciden en que el problema de fondo es una crisis de expectativas y gobernabilidad. “Milei logró controlar parcialmente el gasto público y reducir la inflación, pero esas medidas son necesarias, no suficientes para que la economía recupere tracción”, explica Hugo Alconada Mon, periodista especializado en política argentina. “Sin un respaldo legislativo sólido y consensos amplios, las reformas estructurales que el país necesita —laborales, educativas, tributarias y previsionales— serán inviables”, añade.

El desgaste político de Milei también se refleja en su incapacidad para construir alianzas. Su estilo confrontacional, que incluye insultos a gobernadores, legisladores y diversos sectores sociales, ha generado un aislamiento que podría complicar la gobernabilidad en caso de no lograr un triunfo contundente en las próximas elecciones.

Desde la oposición y diversos sectores sociales, la lectura es clara: “La crisis de confianza es el síntoma de una fractura más profunda que no se resolverá sólo con ayuda externa o medidas económicas aisladas”, señala una académica de la Universidad de Buenos Aires. “La legitimidad política es el capital más escaso en este momento, y sin ella, cualquier plan de gobierno está condenado a la incertidumbre”, concluye.

En definitiva, Argentina se enfrenta a un tramo decisivo, en que las tensiones entre expectativas, realidades económicas y dinámicas políticas se juegan en un tablero que ya no admite errores. La crisis de confianza en Milei no solo refleja un desgaste personal y de gestión, sino que anticipa un desafío mayor para la estabilidad institucional y social del país. Las próximas semanas serán cruciales para saber si el llamado “león libertario” logra revertir la tendencia o si, por el contrario, se encamina hacia un ocaso político que podría dejar profundas secuelas en la Argentina contemporánea.