
En el escenario político chileno, la última encuesta Plaza Pública Cadem de agosto de 2025 situó a José Antonio Kast y Jeannette Jara en un empate técnico, con 28% y 27% de las preferencias respectivamente. Este dato, a primera vista, revela una contienda presidencial al límite, pero la historia detrás de esta cifra es un relato de tensiones profundas, estrategias encontradas y un país que se debate entre dos visiones del futuro.
El pulso entre dos Chile
Kast, líder del sector republicano, encarna una derecha conservadora que ha capitalizado el descontento con la inseguridad y la inmigración irregular. Su propuesta de cierre de fronteras y expulsión de extranjeros irregulares, respaldada por un 42% de los encuestados, ha sido tanto un motor de adhesión como un foco de crítica. Por su parte, Jara, exministra del Trabajo y abanderada de la centroizquierda, representa una opción que busca equilibrar justicia social con reformas estructurales, aunque enfrenta la dificultad de consolidar un bloque amplio ante un electorado fragmentado.
"La competencia refleja no solo preferencias electorales, sino una división cultural y económica que Chile ha arrastrado por décadas," señala el sociólogo Andrés Molina, experto en comportamiento electoral.
Perspectivas encontradas
Desde el oficialismo, algunos analistas advierten que Jara debe ampliar su base más allá del núcleo tradicional de izquierda para aspirar a la presidencia, especialmente ante la caída en la aprobación del gobierno actual, que se ubica en un 30% con un 62% de desaprobación. En contraste, sectores conservadores celebran la fortaleza de Kast, aunque reconocen que su discurso polarizante podría limitar su éxito en una segunda vuelta.
Regiones del norte y sur del país muestran respuestas disímiles: mientras en el norte la seguridad y el control migratorio son prioritarios, en el sur las demandas se centran en la descentralización y el desarrollo económico. Esta fragmentación regional añade otra capa de complejidad a la carrera presidencial.
El desafío del balotaje
En simulaciones de segunda vuelta, Kast supera a Jara por 13 puntos, una diferencia significativa que plantea preguntas sobre la capacidad de Jara para atraer votantes de otros candidatos y sectores. Sin embargo, el empate técnico en primera vuelta indica que la batalla está lejos de definirse y que el electorado permanece volátil.
"La elección no solo es un plebiscito sobre candidatos, sino sobre modelos de país y prioridades sociales," comenta la politóloga María Fernández.
Conclusiones y consecuencias
Este enfrentamiento electoral es más que una disputa numérica: es el reflejo de un Chile dividido, con narrativas enfrentadas sobre seguridad, justicia social, y desarrollo. La estrecha competencia entre Kast y Jara revela un electorado fragmentado y un sistema político que deberá lidiar con las tensiones que estas diferencias generan.
La polarización no se disuelve con el conteo final, sino que se profundiza en el debate público y en las expectativas ciudadanas. El futuro gobierno, cualquiera que sea, tendrá el desafío de gobernar un país que ha expresado con claridad sus contradicciones y demandas.
La encuesta es un instante congelado, pero la historia que sigue se escribe con la capacidad de diálogo y construcción política que logren los actores en juego.
2025-11-11