La negociación de Ucrania con Trump y Putin: un tablero de ajedrez con piezas en jaque

La negociación de Ucrania con Trump y Putin: un tablero de ajedrez con piezas en jaque
Internacional
América Latina
2025-11-18
Fuentes
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- Temor en Kyiv por una negociación que podría decidir territorios sin su consentimiento.

- Oscilaciones en Washington: de apoyo armamentístico a Ucrania a acercamientos con Moscú.

- Dilemas constitucionales y diplomáticos que marcan el futuro del conflicto y la soberanía ucraniana.

Un encuentro que reconfigura la guerra: el 18 de octubre de 2025, en la Casa Blanca, Volodímir Zelenskiy se sentó frente a Donald Trump con la esperanza de revertir la caída del apoyo militar estadounidense a Ucrania. Sin embargo, la reunión terminó evidenciando un delicado equilibrio de poder y una negociación que se juega mucho más allá del campo de batalla.

Trump, quien ha oscilado entre la presión y la distensión con Rusia, dejó claro que no habrá suministro de misiles Tomahawk a Ucrania antes de su próxima cumbre con Vladimir Putin en Budapest. “Es tiempo de parar el derramamiento de sangre y hacer un acuerdo,” afirmó el expresidente estadounidense, sugiriendo que el conflicto podría congelarse en las líneas actuales, una propuesta que inquieta a Kyiv.

Desde Ucrania, Zelenskiy advirtió sobre el riesgo de que una decisión sobre la división territorial se tome sin su consentimiento, subrayando que cualquier acuerdo que implique concesiones debe pasar por un referéndum nacional, según la Constitución ucraniana. “Nunca daremos nada al agresor,” reiteró, aunque reconoció que existe una presión creciente para aceptar términos difíciles.

Europa observa con cautela. Josep Borrell, exalto representante de la Unión Europea, expresó públicamente su preocupación por un posible pacto entre Trump y Putin, que podría dejar a Ucrania al margen. La postura europea se ha endurecido contra cualquier tipo de concesión territorial, insistiendo en que la presión debe recaer en Rusia para cesar la agresión.

En este tablero, Budapest se perfila como un escenario clave. La invitación a Zelenskiy para participar en la reunión entre Trump y Putin no ha sido formalizada, y el presidente ucraniano ha cuestionado la idoneidad de Hungría como mediadora, dado el alineamiento de su primer ministro, Viktor Orbán, con Moscú.

El Kremlin, por su parte, mantiene su exigencia de que Ucrania se retire completamente de Donbas y ha introducido la idea de intercambiar el control de Kherson y Zaporizhzhia por la región rebelde, aunque el futuro de Crimea permanece fuera de la mesa.

Esta compleja dinámica refleja una guerra que ya no solo se libra con armas y soldados, sino con diplomacia, presiones internacionales y la sombra de decisiones que podrían cambiar el mapa europeo para siempre.

Perspectivas contrapuestas
- Desde el gobierno ucraniano, la prioridad es mantener la integridad territorial y la soberanía, rechazando cualquier división impuesta.
- En Washington, la administración Trump ha adoptado una postura pragmática, buscando un fin rápido al conflicto, incluso si esto implica concesiones territoriales.
- La Unión Europea se encuentra dividida entre mantener la presión sobre Rusia y evitar un desenlace que legitime la anexión por la fuerza.
- En Rusia, el Kremlin busca consolidar sus ganancias territoriales y asegurar garantías de seguridad que le permitan evitar futuras sanciones o conflictos.

Conclusiones y consecuencias
La reunión en Washington ha dejado en evidencia que el futuro de Ucrania está en una encrucijada. La posibilidad de una negociación que excluya a Kyiv o que la obligue a aceptar pérdidas territoriales plantea un desafío para el derecho internacional y la soberanía nacional.

Además, la retirada parcial del apoyo militar estadounidense ha debilitado la capacidad de Ucrania para sostener la guerra, aumentando la dependencia de la ayuda europea y la presión para encontrar una solución diplomática.

Sin embargo, cualquier acuerdo que legitime la alteración de fronteras por la fuerza puede sentar un precedente peligroso, no solo para Europa sino para el orden internacional en su conjunto.

El coliseo diplomático está servido. Los protagonistas, con sus intereses y contradicciones, juegan una partida donde la tragedia de un pueblo está en el centro del espectáculo, y el público mundial observa expectante, consciente de que las decisiones tomadas hoy marcarán el destino de Ucrania y la estabilidad global por años venideros.

Fuentes: EL PAÍS, La Tercera, Instituto de Kiel, declaraciones oficiales de Volodímir Zelenskiy, Donald Trump y Josep Borrell.