
Un conflicto que no cesa y una cifra que no deja de crecer. Desde el 7 de octubre de 2023, la Franja de Gaza ha sido escenario de una ofensiva israelí que ha dejado un saldo devastador: más de 62.600 muertos y más de 157.000 heridos, según el último informe del Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamas. Este número incluye a civiles atrapados bajo los escombros, víctimas de ataques directos y colaterales, y un creciente número de fallecidos por inanición debido a la crisis humanitaria en la zona.
El conflicto, que comenzó con los ataques de milicias palestinas y la rápida respuesta militar israelí, ha evolucionado en un escenario de violencia sostenida y recrudecimiento de las hostilidades. Desde la ruptura del alto el fuego en marzo de 2025, se han sumado más de 10.700 palestinos muertos y 45.600 heridos, mientras que la distribución de ayuda humanitaria ha sido obstaculizada por ataques que han dejado más de 2.000 muertos y 15.000 heridos en filas para recibir asistencia.
Voces enfrentadas en un escenario de tragedia. Desde la perspectiva palestina, el gobierno de Hamas y organizaciones de derechos humanos denuncian una ofensiva sistemática que apunta a la destrucción de Gaza y a un genocidio encubierto, enfatizando la muerte de civiles, incluidos más de 114 niños fallecidos por hambre y violencia. El Sindicato de Periodistas Palestinos ha denunciado además la muerte de 240 profesionales de medios, acusando a las fuerzas israelíes de ataques deliberados contra la prensa.
En contraste, el gobierno israelí justifica la operación como una respuesta necesaria para garantizar la seguridad nacional frente a las amenazas terroristas, argumentando que los daños colaterales son una consecuencia inevitable de combatir a grupos armados que operan dentro de zonas civiles densamente pobladas.
La comunidad internacional, dividida entre llamados a la desescalada y condenas a la violencia, ha visto cómo el conflicto se ha enquistado, con organizaciones humanitarias alertando sobre una crisis sin precedentes en términos de salud, alimentación y acceso a servicios básicos.
Consecuencias y reflexiones. A casi un año y medio desde el inicio de la ofensiva, las cifras oficiales y testimonios recabados muestran una tragedia humanitaria de proporciones históricas. La escalada ha profundizado la polarización regional y ha dejado en evidencia las limitaciones de los mecanismos internacionales para mediar en conflictos asimétricos y prolongados.
En definitiva, la historia de Gaza en estos meses no solo es la de un número abrumador de víctimas, sino también la de un colapso social, político y humanitario cuyo desenlace sigue siendo incierto. La búsqueda de una solución sostenible y justa parece lejana, mientras los actores en escena continúan atrapados en un ciclo de violencia que solo ofrece certezas en la pérdida y el sufrimiento.
Fuentes: Ministerio de Sanidad de Gaza, Sindicato de Periodistas Palestinos, Naciones Unidas, informes de organizaciones humanitarias internacionales.