Chile y Bolivia: la urgencia de una relación pragmática más allá de la historia: seguridad y cooperación en la frontera como desafío ineludible

Chile y Bolivia: la urgencia de una relación pragmática más allá de la historia: seguridad y cooperación en la frontera como desafío ineludible
Internacional
América Latina
2025-11-18
Fuentes
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- Relación bilateral en transición tras cambios políticos en ambos países.

- Seguridad fronteriza como eje prioritario ante desafíos comunes.

- Perspectivas divididas entre pragmatismo y peso histórico, con voces que tensionan el futuro.

En medio de un escenario político convulso y en transformación tanto en Chile como en Bolivia, la relación bilateral ha dejado de ser una mera cuestión diplomática para convertirse en una necesidad estratégica. Desde la elección presidencial en Bolivia y la polarización política chilena, ambos países enfrentan la urgencia de redefinir sus vínculos en función de desafíos compartidos.

El contexto histórico, marcado por la persistencia de la memoria de la Guerra del Pacífico, sigue proyectando una sombra incómoda que dificulta la construcción de confianza. Sin embargo, las condiciones actuales exigen que esta memoria no paralice la acción. Vanessa Cárdenas, investigadora del Observatorio de Asuntos Internacionales, señala que “la frontera no puede seguir siendo vista como un límite, sino como una región compartida, donde la coordinación en seguridad se vuelve prioritaria”.

Desde la perspectiva chilena, sectores políticos y sociales reconocen que la seguridad nacional y el desarrollo dependen cada vez más de una relación madura con Bolivia. Los flujos migratorios, el narcotráfico, el robo de vehículos y el tráfico de personas constituyen problemas que trascienden las fronteras y requieren respuestas conjuntas. La cooperación en estos temas se ha vuelto un imperativo ineludible para ambos gobiernos.

En Bolivia, la reciente elección presidencial, que desplazó al Movimiento Al Socialismo y posicionó a figuras como Rodrigo Paz y Jorge Quiroga, abre un escenario incierto pero también una ventana para el pragmatismo en política exterior. Analistas bolivianos advierten que el nuevo gobierno deberá tomar decisiones difíciles para garantizar estabilidad interna, y que la relación con Chile será un eje central en ese esfuerzo.

No obstante, las posturas no son homogéneas ni exentas de tensiones. En ambos países, voces críticas alertan sobre un posible sacrificio de identidad y memoria histórica en pos de una cooperación que podría percibirse como asimétrica o funcional a intereses externos. Esta disonancia cognitiva, lejos de ser un obstáculo insalvable, refleja la complejidad de una relación que debe equilibrar pasado y presente.

La frontera, con sus problemáticas y potencialidades, se presenta como el gran coliseo donde se enfrentan las tragedias y esperanzas de ambos pueblos. Allí se juega no solo la seguridad, sino también la posibilidad de superar décadas de desconfianza.

En conclusión, la verdad que emerge tras meses de análisis y evolución política es clara: ni Chile ni Bolivia pueden darse el lujo de ignorar la interdependencia que los une. La cooperación pragmática en seguridad y desarrollo fronterizo es una necesidad urgente y un desafío político mayúsculo. Sin embargo, este camino requerirá de un diálogo honesto que reconozca las heridas del pasado sin quedar atrapado en ellas, y que permita a ambos países construir una narrativa compartida que beneficie a sus ciudadanos.

Así, la relación Chile-Bolivia se perfila como un laboratorio de la política latinoamericana contemporánea, donde la tensión entre historia y pragmatismo, identidad y seguridad, memoria y futuro, se juega en cada decisión y cada gesto. El coliseo está abierto, y el público espera que los contendientes actúen con la sabiduría que demanda este tiempo.